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La persona es el centro, pero no tanto

Debemos pensar quiénes somos, no qué somos, y cómo nos ven quienes nos rodean, siendo empáticos con el desconocido y receptivos con el cercano

Miércoles, 28 de agosto 2024, 07:15

Palabras, palabras que se lleva el viento. Trato «personalizado» en la entidad bancaria y en cualquier centro de consumo presencial o virtual, pero no te atiende ninguna persona; medicina «personalizada» como consecuencia de los avances en genómica y el potencial de las tecnologías emergentes, pero aún sin llegar al paciente; «la persona en el centro» en cualquier presentación pública de servicios sanitarios, sociales e incluso sociosanitarios. Pero, ¿realmente es así, en sociedades ciberconectadas como la nuestra?

Visualizamos nuestro entorno, sin necesidad de buscar solidaridad con pueblos del hemisferio sur, para percatarnos de lo aislados que estamos, conectados sí, pero aislados. Desconocemos todo de quienes nos rodean. La soledad es una realidad creciente, estimándose que actualmente el 20% de las personas que nos rodean, en sociedades como las nuestras, sufren soledad no deseada, afectando a las mujeres (21,8%) más que a los hombres (18%) y no solo en edades adultas.

En España, durante 2023, hemos tenido la cifra más baja de natalidad desde 1941. Entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%. En concreto, la población mundial de personas mayores de 60 años aumentará de 900 millones en 2015 a alrededor de 2.100 millones en 2050. La tasa de apoyo potencial (PSR, en sus siglas en inglés) caerá drásticamente. Menos trabajadores que paguen impuestos para financiar programas de derechos como pensiones o atención médica. Hoy, ningún país tiene un PSR inferior a dos (el PSR de Japón, de 2,1, es el más bajo del mundo). Sin embargo, para 2050, se pronostica que 35 países tendremos un PSR inferior a dos.

Lo anterior pone de manifiesto que el perfil demográfico es realmente preocupante, pero a nadie parece interesar eso de planificar. ¡Sobre la marcha, el tiempo dirá! Lo que de momento nos dice es que hay 9,3 millones de perros frente a los 6,6 millones de niños menores de 14 años, y no debe tranquilizarnos una presunta responsabilidad y/o compromiso social ya que la pérdida y/o abandono en el último año, de los primeros, ha sido de un nada desdeñable 2,6%.

Hay muchas personas no lejos de nosotros que viven solas, y esa población que padece de una soledad no deseada, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un problema de salud pública e incluso lo define como una pandemia silenciosa que deteriora la salud principalmente de los mayores de 65 años, aunque no en exclusiva.

¿Qué modelo de sociedad queremos? La polarización, es mala, la inequidad en el acceso a bienes y servicios, también, y sin embargo seguimos incorporando a las personas en nuestro discurso. Incluso no conformes con el humanismo, acuñamos el transhumanismo intentando imaginar cómo seremos una vez incorporadas entre la población tecnologías disruptivas y emergentes, entre las que la inteligencia artificial es su máximo exponente.

Estamos ante uno de los mayores riesgos para el deterioro de la salud humana y ante un factor determinante para su entrada en situación de riesgo y de dependencia ya que hay que sumar al progresivo deterioro cognitivo sus consecuencias físicas y mentales. Las administraciones han de movilizarse, pero también la sociedad, tan solidaria en ocasiones, para afrontar este problema. Debemos pensar quiénes somos, no qué somos, si no cómo nos ven quienes nos rodean, siendo empáticos con el desconocido y receptivos con el cercano.

El mundo es global, disruptivo, digital... sujeto a cambios muy rápidos que hacen colapsar modelos como los nuestros tan poco flexibles y diseñados por personas, pero sin pensar en las personas, ya que hemos perdido la capacidad de escucha dentro de la comunicación, y sin conocer lo que nuestras acciones u omisiones suponen a los demás y por ende a nosotros mismos. Así, difícilmente conseguiremos dejar a nuestros hijos un mundo mejor del que nos legaron nuestros padres.

Gracias al desarrollo de las tecnologías de la comunicación y el incremento de la velocidad de las conexiones de internet se prevé que para 2027 el número de suscripciones móviles a redes 5G rebase la barrera de los 4.300 millones y haya aproximadamente 29.7000 millones de dispositivos conectados mediante el internet de las cosas (IoT).

En un mundo hiperconectado, visualizamos al posthumano y no vemos a la persona que tenemos al lado. ¿Levantamos la cabeza o nos lo hacemos mirar?

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