Borrar

Ya por su nombre de princesa o reina merece la pena ir a conocerla y deambular entre sus cantos marinos y doradas arenas con los pies desnudos. Hállase entre La Maruca y El Bocal, frente al Cantábrico, recibiendo de cara el cortante nordeste que corona ... de espumas su mínima forma de concha.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Playa de Rosamunda