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El periodo de Gema Igual está siendo el peor de la democracia en Santander. La pérdida de los 623.000 euros de los fondos europeos para modernización y digitalización es sólo la última de las desdichas. Anteriormente se despilfarraron 7 millones de euros en el ... fracasado MetroTUS. Y también ha resultado desastroso el modelo del PP de externalización de servicios públicos esenciales, como la recogida de basuras o el agua: nunca había estado la ciudad tan sucia como esta legislatura, pero los vecinos cada vez pagamos más tasas.
Algo está fallando y es el fracaso del modelo del PP. Si se resisten con uñas y dientes a que hagamos una comisión de investigación sobre el contrato de las basuras es porque ocultan algo muy gordo, inconfesable. 44 años en el sillón es tiempo suficiente para que se vicien demasiado las relaciones de poder. Urge más que nunca abrir las ventanas, ventilar y que el Ayuntamiento respire un poco de aire limpio.
La decadencia es alarmante, escándalo tras escándalo. El Tribunal Supremo cuestiona toda la recaudación del Ayuntamiento porque el PP ha incumplido desde 2003 la Ley que obligaba a crear un Tribunal Económico Administrativo Municipal, cercenando el derecho de los vecinos y vecinas a recurrir a esta instancia. No nos merecemos un equipo de Gobierno que en lugar de solucionar problemas cada día provoca uno nuevo.
Es el mismo partido que acumula sobrecostes de obra mientras destroza la esencia de nuestra ciudad con reformas incomprensibles como la de Plaza de Italia por más de 4 millones de euros. Y son los mismos que, cuatro años después del incendio del Museo de Arte de Santander (MAS), han sido incapaces de reabrir, sin esclarecer los hechos ni depurar responsabilidades políticas por el desastre, y sumando actuaciones de dudosa legalidad.
¿Y qué pasa con la gestión? Cada año llegan más tarde los presupuestos, la hoja de ruta que marca las prioridades políticas: este año nos adentramos en Carnaval sin cuentas públicas mientras todas las capitales, también las gobernadas por el PP como Madrid, Zaragoza o Málaga, lo tienen aprobado y en vigor, en tiempo y forma. Todavía peor es que no se ejecutan, no llega a los vecinos y a las empresas el dinero que se recauda. Es un completo fracaso.
La parálisis es total y la legislatura está perdida. La factura de los desacuerdos del desgobierno -por un mal pacto de PP y Ciudadanos con el único afán de retener el poder para la derecha- está siendo altísima. Vemos, con angustia y rabia, como nuestra ciudad está perdiendo el paso con respecto a nuestros vecinos de Asturias, País Vasco y Castilla y León. Santander no se merece una gestión tan negligente y Gema Igual es la máxima responsable. Indubitadamente, no tiene nivel, no está a la altura de la capital de Cantabria.
En el PSOE estamos trabajando sobre dos máximas urgentes, orden y progreso, para superar esta larga etapa de decadencia que representa Gema Igual. Poner orden, recuperar el control y superar la crisis de los servicios públicos, para que vuelvan a la excelencia que nunca debimos perder.
Orden también para agilizar las licencias de todas esas empresas que esperan luz verde para generar riqueza y empleo (terminando con favoritismos del pasado que provocaron lamentables desgracias urbanísticas).
Poner orden es dotar a la Policía Local de los efectivos necesarios para cumplir con las ratios y atender la llamada de los vecinos, para que se sientan seguros. Y urge garantizar el descanso de los vecinos, poner en marcha los planes de acción contra el ruido.
Orden y progreso, que pasa, tras la pandemia, por los enormes retos de futuro. Desafíos que son también grandes oportunidades en la movilidad sostenible y en la adaptación al Cambio Climático. Una suerte de Green Deal para hacer de Santander una Capital Verde y propiciar un cambio de modelo productivo que equilibre también el modelo laboral y brinde nuevas aspiraciones de vida en nuestra ciudad, en especial a los más jóvenes que se ven condenados a buscarse las oportunidades lejos de aquí.
El progreso viene empujado por nuestra Cultura, viento en popa a toda vela. Es nuestro modo de vida y nuestra forma de ser, desde la Senda Costera hasta la Bahía; es la belleza de nuestro paisaje, la calidad de nuestra tierra y nuestro mar, el sabor de nuestra cocina, la fuerza de nuestra naturaleza y el carisma de nuestra gente.
Como defendía Auguste Comte, filósofo francés creador de la doctrina del positivismo: el amor por principio, el orden por base, el progreso por fin. Nuestra ciudad enamora, pero el actual Gobierno municipal no está a la altura. Santander tiene un gran futuro, pero hay que poner orden para tener progreso por fin.
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