Portador asintomático

El primer caso de un portador asintomático recogido en la literatura médica es el de Mary Mallon. Esta mujer, nacida en Irlanda en 1869, emigró muy joven a los Estados Unidos. Allí consiguió trabajo de cocinera con varias familias de Nueva York entre 1900 y 1907. Una serie de brotes de fiebres tifoideas en la ciudad llamaron la atención de las autoridades sanitarias, sobre todo porque se produjeron entre familias acomodadas, y no en hogares humildes, donde era habitual. El dueño de una de las casas donde se desató un brote contrató al investigador George Soper, que después de hacer una exhaustiva inspección de las instalaciones, con resultado negativo, estudió el historial de Mallon y pudo vincularla con al menos siete brotes de la enfermedad. Por estos motivos, Mary fue confinada en un hospital situado en la isla North Brother, frente a la costa del Bronx, en nombre de la seguridad pública.

Tres años después consiguió salir, gracias al apoyo de William Randolph Hearst, el magnate de la prensa que sirvió como modelo para 'Ciudadano Kane'. Su caso había ganado notoriedad en la prensa, donde la bautizaron con el apodo de Mary Tifoidea, que aún la persigue.

A pesar de que se le había prohibido expresamente, Mary volvió a emplearse como cocinera con nombre falso, incluso en un hospital, con funestas consecuencias. Detenida en 1915, se la volvió a poner en cuarentena hasta su fallecimiento, 23 años más tarde. Es difícil conocer exactamente el número de casos que provocó, pero fueron por lo menos cincuenta contagios y tres muertes.

Mary Mallon es el primer ejemplo conocido de portador asintomático de una enfermedad, una persona aparentemente sana capaz de contagiar; esta pandemia nos ha demostrado el peligro que pueden llegar a representar.