Secciones
Servicios
Destacamos
Hay que estar atentos a los primeros síntomas de que los niños tienen problemas que reclaman la atención de los adultos, especialmente de sus padres y educadores.
Si se le nota triste o enfadado sin motivos razonables, si contesta enfadado ante la menor crítica que ... se le hace, si no rinde en el Colegio o deja de hacer deporte, si de repente come mucho o se niega a comer... si ocurre algo de esto, hay que tratar de descubrir cómo se ven a sí mismos. Hay técnicas como poner al niño frente al espejo y preguntárselo. Probablemente aparece que tienen una visión negativa de sí mismos.
Antes la familia y la sociedad protegían a los niños muchísimo más. Hoy día hay mucha incertidumbre. Vivimos en una 'sociedad líquida' donde nada es sólido y todo es provisional. Ponemos en sus manos de los niños decidir lo que está bien o mal. Les damos responsabilidades muy por encima de sus posibilidades y que provocan crisis en la autoestima.
Carl Rogers, máximo exponente de la psicología humanista, defendió que la raíz de los problemas de muchas personas es que se desprecian y se consideran seres sin valor e indignos de ser amados.
Todos tenemos una imagen mental de quienes somos, qué aspecto físico tenemos, cuáles son nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos débiles. Nos formamos esa imagen a lo largo del tiempo, empezando en nuestra infancia. Pero no hay que confundir la autoestima con la arrogancia, con considerarnos más que los demás.
¿Cuáles son las fuentes de la baja autoestima? Comencemos por la actual destrucción de la familia, uno de los pilares fundamentales y la inseguridad que se deriva de esto.
No comparemos con otros. Sigue el propio sistema educativo: educamos desde la esclavitud al horario, con vigilancia continua y nos les educamos desde la libertad. Que el aprendizaje sea divertido no significa que no haya un esfuerzo. Pero el esfuerzo que tiene sentido, es positivo.
También las redes sociales atacan muchísimo la autoestima: se pasan el día en TikTok, donde nunca serán suficientemente guapos o suficientemente chulos.
La tecnología no tiene por qué ser negativa. Hay que enseñar a los alumnos a discernir y a usar bien la tecnología, porque puede ayudar mucho.
No olvidemos que una sana autoestima acepta las críticas, porque pueden ayudar a mejorar, pueden funcionar colmo estímulos para la propia superación en lugar de hundirnos en la tristeza de sentirnos incapaces.
La autoestima baja paraliza e impide la creatividad. Incluso puede degenerar en estados de depresión. La autoestima, cuando depende de los éxitos o logros alcanzados, cuando depende de la aceptación de los demás no es una verdadera autoestima. Es natural querer mejorar y superar las propias dificultades, pero no como algo indispensable para sentirnos bien con nosotros mismos.
No obstante, la causa principal de la baja autoestima es la expulsión de Dios de nuestra vida. La fe cristiana ayuda a vivir conscientes de que tenemos un Padre que nos quiere incondicionalmente. Por lo que somos y no solo por lo que demostramos. Y que está siempre dispuesto a perdonarnos y a darnos nuevas oportunidades.
Los psicólogos son buenos y hacen mucho bien pero lo único que nos va a salvar es ponernos en manos de Dios. Por eso los padres han de transmitir la fe. Y el mejor maestro es el buen ejemplo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.