Secciones
Servicios
Destacamos
Con motivo del nombramiento como ministro de Fomento de quien fuera alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, en un artículo publicado en este mismo periódico en julio de 2017 expuse la oportunidad que se abría en nuestra ciudad para abordar definitivamente la solución de ... un problema que le afecta gravemente, cual es la existencia en su entrada, a cielo abierto, de las vías de ferrocarril, cuyo soterramiento permitiría coser las dos importantes áreas en las que la misma está dividida por ese costurón que va desde La Marga hasta las estaciones.
Desgraciadamente, y como ya es habitual en nosotros, nada hicimos al respecto, más allá de declaraciones más o menos altisonantes, por lo que ahora, que parece que por fin algo se mueve en el horizonte, surge la siguiente pregunta: ¿Tenemos un proyecto definitivo y ambicioso que ofrecer desde Santander y poner sobre la mesa de quienes deben finalmente decidir? Y si no tenemos ese proyecto, ¿por qué no lo hacemos ya, de una vez por todas, en vez de dar vueltas y más vueltas al asunto? Ello es muy importante por cuanto con motivo de las importantes ayudas que van a venir desde la Unión Europea para la reconstrucción de nuestra economía se trata de un proyecto que podría entrar entre los posibles a presentar por nuestra región.
A tal efecto, en el artículo de referencia decía: «Sería aconsejable que, con la urgencia que el caso requiere, nuestro Ayuntamiento convoque un concurso en el que puedan participar los mejores especialistas en este campo, al objeto de obtener las más brillantes soluciones para poner encima de la mesa de las administraciones con competencia en la materia, que permita a las mismas adoptar los pertinentes acuerdos».
Desgraciadamente nada hemos hecho durante este tiempo, como nada hicimos en los muchos años anteriores en los que este problema, de forma más o menos recurrente, aparecía en las páginas de nuestros medios de comunicación. Y es que el problema no es nuevo, ni mucho menos, pues quien esto escribe, ya en octubre de 1987, publicaba un artículo en este mismo periódico en el que, entre otras cosas, exponía lo siguiente: «Es indudable el interés que representa para los viajeros llegar hasta el centro de la ciudad y que las estaciones de ferrocarril estén situadas en el corazón de la urbe. Este interés, que comparto plenamente, no debe, sin embargo, hacernos olvidar que las vías dividen una parte de la ciudad en dos mitades, incomunicando a las mismas y marcando en la superficie ciudadana una cicatriz que afea su rostro, además de producir dificultades e inconvenientes de todo tipo.
Este problema se ha abordado en muchas ciudades y creo que es el momento de que también lo hagamos seriamente en Santander, estudiando, para ello, la posibilidad de cubrir toda la amplia superficie que va desde la calle Castilla, por un lado, hasta la Peña del Cuervo y las laderas de la calle Alta por otro, y desde las actuales estaciones de tren y autobús hasta el puente de la Marga, dejando por debajo los accesos a las respectivas estaciones y quizás, también, un carril para los vehículos que parten o llegan a la nueva estación de autobuses, descongestionando así los accesos de la calle Castilla y Marqués de la Hermida».
Y es que, como puede verse, el tema viene de antiguo, razón por la que dejar pasar, una vez más, la oportunidad de obtener las mejores soluciones para esta importante zona de Santander, sin aprovecharla en todas sus posibilidades, sería una irresponsabilidad que solo merecería el reproche de quienes en el futuro vivan en nuestra ciudad y no puedan gozar de un área urbana tan importante como es la considerada en este artículo.
Es por ello por lo que es exigible a todas las administraciones involucradas en este tema que se pongan a trabajar de forma coordinada, y sin más pérdida de tiempo, para conseguir no sólo un buen proyecto, sino el mejor proyecto, que permita obtener de esa amplia superficie de terreno -completa, y no solo una parte reducida del mismo- los equipamientos más adecuados para la ciudad, a la vez que se elimina, de una vez por todas, esa gran trinchera que representan las actuales vías de ferrocarril.
Ello permitiría que en un plazo de tiempo prudencial todos los santanderinos pudiésemos disfrutar de una obra bien hecha, en vez de seguir hablando de lo que debiéramos hacer, pero no hacemos y, quizás, hasta obtener importantes ayudas de la Unión Europea para su ejecución.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.