Secciones
Servicios
Destacamos
La nueva pasarela sobre el río Saja-Besaya, próxima a inaugurarse, destinada exclusivamente a uso de peatones y ciclistas, es una obra sencilla –aunque significativa– ya que implica un nuevo esfuerzo comunitario que busca la recuperación de espacios más humanos para esta ciudad estructuralmente abigarrada, ... recompuesta con asfixiante hormigón. La recuperación del Parque Natural de la Viesca, la construcción del Bulervard-ronda, o la creación del pasillo natural que une Los Corrales de Buelna con Suances –un atractivo camino que culebrea por lugares históricos industriales y senderos naturales–, le ha devuelto a Torrelavega el diálogo con su entorno, reconciliándola con su origen rural, y haciendo más habitable una ciudad que vivía de espaldas a la bella fisionomía que le rodea. No se pueden remediar algunas cosas, es imposible reconstruir urbes desde cero, pero, en la adaptación de una ciudad a los nuevos modos de vida y de ocio, los senderos peatonales y ciclistas, imbricados en medios naturales, se hacen imprescindibles, y hablan de la madurez de una sociedad y de la calidad de vida a la que aspira.
Después del fiasco del infrautilizado carril bici urbano, atravesando peligrosamente el centro –Torrelavega no es precisamente Amsterdam–, estructuras como esta nueva pasarela a 'El Patatal', redireccionan a los ciudadanos hacia espacios más atractivos. Este vigésimo primer puente, ofrece la oportunidad para hacer un somero recorrido por alguno de ellos. Los ríos Saja y Besaya roturan la ciudad, separando territorios que parecían destinados a no encontrarse, cuyo aislamiento ha sido roto, secularmente, por una veintena de puentes que hablan también de la historia de Torrelavega, de sus reivindicaciones, de su desarrollo comercial e industrial. Lo atestiguan puentes como el primigenio de La Viesca, por el que desfilaban los trabajadores, junto a su director, don Leopoldo Bárcena, que, desde 1916, acudían cada día a explotar la mina de Reocín, sobrevolando el río Saja, u otro, como 'el de los Italianos', que recibe su nombre de la colaboración entre los dictadores Mussolini y Franco, que propició la unión de la firma milanesa SNIA Viscosa y la SNIACE. Puentes como el de Torres, que contribuyó a comunicar la zona norte de la provincia con Asturias, propiciando el desplazamiento de ganado y activando el comercio, o el de Ganzo, uno de los más antiguos y bonitos. Puentes como el de 'Espina', en Viérnoles, o el de 'La Castañera', en Tanos, elevado a la dignidad de pequeño monumento. Cerca, hay otros muy interesantes, como el de Cartes, determinante para el desarrollo de las rutas hacia Castilla, o el de Golbardo, el primer arco de hormigón armado construido en España, actualmente Bien de Interés Cultural. Queda por escribir la historia de Torrelavega a través de sus puentes, porque en esta ciudad no se puede decir –como lo dijo Kruschev–, que los políticos prometen construir puentes, incluso, donde no hay un río.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.