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Tomé prestado el título del libro que escribió Baldomero Ballesteros sobre su hermano menor, 'Querido Seve', para encabezar un artículo con motivo del décimo aniversario de la muerte del campeón de Pedreña. Lo utilizo también hoy en la despedida a Merín, cambiando solamente el nombre, ... porque siendo tan estrecha la relación que mantuve con él como la que me unió a Seve, se prolongó más en el tiempo, y conversábamos con frecuencia sobre el deporte, el golf y la vida. Aciertan quienes califican a Merín como la mano derecha de Severiano, pero esta es una visión demasiado simplista, porque fue mucho más que eso, y buena parte de la carrera y de los éxitos de Seve no se entenderían sin el papel determinante que jugó Baldomero como hermano mayor siempre, padre cuando hizo falta, confidente y paño de lágrimas en los tiempos duros, consejero, gestor de sus empresas y muro de contención en ocasiones.

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