¡Qué quincena!

Lo primero decirle que ha tenido usted mala suerte porque, entre cervecita y cervecita, se ha perdido muchas cosas. ¿O es que acaso ha visto alguna vez a una vaca volar por los aires? Ahí estaba Canaria siendo rescatada por el helicóptero del 112 tras despeñarse por los acantilados de Ruiloba. Es lo que tiene desconectar que luego no te enteras de que tu presidente asegura que va a llevar al Parlamento el cambio del himno de Cantabria por 'Viento del Norte' o que en el mundial de bike trail de Reinosa, además del himno de España se cuela el de Cataluña. Y ya que hablamos de música, cómo se queda al saber que la Consejería ha promocionado el folclore cántabro con música asturiana y gallega.Aunque eso no es nada en comparación con los vecinos de Herrera de Ibio, que se levantaron en armas contra el cura ya que decidió apagar las campanas por la noche porque molestaban a los turistas; y ahora las ha vuelto a hacer sonar, de momento. Hasta la Policía de Comillas ha salido en defensa del mundo rural. También se ha perdido cosas paranormales como que desaparezcan y aparezcan señales de tráfico que prohíbe el aparcamiento de autocaravanas en Mataleñas. Otras más surrealistas como trenes playeros que llegan de Castilla en autobús. Y algunas mucho más serias como la moda de los pinchazos y numerosos sucesos. Y todo eso en quince días. Hay más, pero no se preocupen que a la vuelta de sus vacaciones seguirán igual: el IPC por las nubes, los proyectos de siempre e incluso el 'quiero pero no puedo' de una moción de censura eterna en la capital.