Raloxifeno

Exscalate4CoV es un proyecto financiado por la UE, lo componen tres centros europeos de supercomputación, Cineca en Italia, BSC en España y Jülich en Alemania, una compañía farmacéutica y varios centros de investigación especializados en análisis de biomoléculas.

El proyecto ha utilizado la supercomputación para buscar moléculas contra el SARS-CoV-2, de forma análoga al programa de cribado que ha utilizado la Universidad Rovira i Virgili, que hemos comentado en una columna anterior. Se han analizado modelos digitales de las proteínas virales para identificar posibles interacciones con las moléculas ya aprobadas de principios activos para uso terapéutico que existen en las bases de datos y que podrían reaccionar con el virus.

El medicamento destacado en el estudio es el raloxifeno, que se administraba usualmente a mujeres para la prevención o el tratamiento de la osteoporosis. La Comisión Europea ha emitido un comunicado, en el que afirma que este fármaco «podría servir como un tratamiento efectivo para pacientes positivos por covid-19 con síntomas leves o asintomáticos».

Al tratarse de un fármaco de uso aprobado, ya se conoce que es bien tolerado por los pacientes, y tanto su seguridad como su perfil toxicológico están bien determinados.

Sin embargo, su uso para el tratamiento de la covid-19 se encuentra en proceso experimental, y todavía está a la espera de recibir la autorización de la Agencia Europea del Medicamento. Una vez aprobado, el fármaco podría ponerse rápidamente a disposición de la ciudadanía en gran cantidad y a bajo coste.

El raloxifeno tiene algunos efectos secundarios graves, por lo que es importante que sea recetado por un médico en función de perfil del paciente. Podría ser una excelente herramienta de cara a futuras oleadas de coronavirus, ya que estamos ante un medicamento que podría detener el avance de la enfermedad en fases tempranas, a diferencia de otros tratamientos como la dexametasona, que sólo aporta beneficios terapéuticos en casos graves de la enfermedad.