Aparcar junto al mar

Cuando nos desplazamos a cualquier lugar de la costa y nos encontramos con retenciones, coches saturando los espacios, accesos a las playas colapsados, basura acumulada en los arenales..., entonces el paisaje ya no nos parece tan atractivo.

Esta situación es la que nos estamos encontrando a lo largo de toda la costa, desde el cabo de Oyambre a la playa del Merón, con miles de coches desparramados por carreteras, caminos y praderías para contemplar las puestas de sol, en pleno Parque Natural de Oyambre, con su normativa de protección, siendo uno de los Paisajes Relevantes de Cantabria, (Paisaje de las playas de Oyambre y Merón).

O los aparcamientos de las playas, con los coches estacionados junto a la arena, en espacios sobre los campos de dunas, como en la playa del Merón (el Rosal), con casi 1.000 plazas de aparcamiento sobre un campo dunar de unos 24.000 m². O como en la playa de Tagle, con 300 plazas de aparcamiento asfaltado en casi 7.000 m² sobre un campo de dunas aún activo, (Paisaje Relevante, Paisaje Rural y Costero de Tagle). O como en la playa de Liencres (Canallave y Valdearenas), con más de 700 vehículos aparcados sobre otro campo de dunas móviles de más de 23.000 m², en pleno Parque Natural de las Dunas de Liencres y Costa Quebrada, que entre sus objetivos tiene recuperar estos espacios y que está declarado igualmente Paisaje Relevante.

Con coches aparcados incluso en los espacios acantilados como en Punta Ballota (Tagle), o las campas del faro de Suances o el cabo de Oyambre, también Paisajes Relevantes.

Pues esto es, ni más ni menos, lo que está ocurriendo en Cantabria, convertida en refugio climático y lugar de destino de más de 4 millones de visitantes en 2023, con una masificación turística cada año mayor.

El actual modelo turístico no es sostenible. ¿Para cuándo los aparcamientos disuasorios temporales o permanentes separados de los espacios costeros, e integrados paisajísticamente, lanzaderas de transporte público y la apertura de los tramos cerrados de la Red de Sendas y Caminos del Litoral para lograr una movilidad sostenible?

En el Catálogo de Paisajes Relevantes de Cantabria, aprobado inicialmente, se dice en su artículo 5: «Las Administraciones públicas y los particulares deberán tener en cuenta obligatoriamente los valores de relevancia conjuntamente con los elementos y los rasgos distintivos o aspectos que confieren la singularidad y la cualidad relevante al paisaje, tanto en las políticas paisajísticas, como en los instrumentos de planificación y en los proyectos con incidencia en el paisaje».

También en el Plan de Ordenación del Litoral, se advierte en su artículo 43: «En playas rurales y semirrurales se procurará que las áreas de aparcamiento no sean visibles desde la playa, debiéndose utilizar elementos adecuados para mejorar su integración ambiental».

Respecto a la Ley de Costas, dice en su artículo 25: «En la zona de servidumbre de protección estarán prohibidos: c) Las actividades que impliquen la destrucción de yacimientos de áridos naturales o no consolidados, entendiéndose por tales los lugares donde existen acumulaciones de materiales detríticos tipo arenas o gravas».

Con los datos objetivos de que disponemos podemos afirmar que en Cantabria tenemos un serio problema en la gestión de nuestro litoral, siendo cada año peor, y el primer paso para su solución es reconocer que tenemos ese problema. Y las administraciones dentro de sus competencias han de dar este paso, actuando con efectividad, antes de que el daño sea mayor y no esperar a que acabe la temporada estival, y hasta el año que viene.

A parte del cumplimiento de las diferentes normativas aquí mencionadas y de sus competencias en la defensa del litoral, los ciudadanos debemos exigir a las administraciones, autonómica y locales, la urgente protección de nuestro patrimonio natural, paisajístico y cultural, con la suficiente sensibilidad y la necesaria responsabilidad en el ejercicio de sus funciones.