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En la España más castiza, tradición es que 'primero viene el calor, luego la calor y a la postre las calores'. Por fortuna, en el ... litoral cantábrico raramente se alcanza el atorrante nivel termométrico de las calores. Aquí, llevaderamente se transita del calor a la calor, sin llegar a las atosigantes calores agosteñas con botijo y abanico en el balcón. Estampa que el cine neorrealista popularizó en forma de individuo, de barriga cervecera y camiseta sin mangas, con media familia durmiendo con el culo al sereno. Aquí, los raros termómetros públicos existentes suben en verano sin pasarse de la rosca.

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eldiariomontanes Rapsodia agosteña