Adiós, mamá
Entre paréntesis. ·
Convertir a la madre en un 'progenitor gestante' y hacerla desaparecer del Código Civil es una declaración de guerra al patrimonio afectivo de nuestra sociedadSecciones
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Entre paréntesis. ·
Convertir a la madre en un 'progenitor gestante' y hacerla desaparecer del Código Civil es una declaración de guerra al patrimonio afectivo de nuestra sociedadNo tengo madre, ni tengo edad para ello, así que comienzo a escribir con el pensamiento dedicado a todos aquellos que aún la conservan, deseándoles que no se dejen arrastrar por la dinámica de la rutina que en ocasiones nos impide apreciar el valor de ... la persona más importante de nuestras vidas y de disfrutar de su amor, amándola.
Alguna vez, mientras en soledad me sumerjo en reflexiones, he pronunciado en voz alta la palabra 'mamá'. El sonido de esa palabra, la primera que logramos articular, produce un efecto sorprendente y mágico. Hagan la prueba. En cuanto la palabra brota en el aire, nuestra mente la identifica como una llamada. Entonces 'mamá' evoca su presencia y me estremece con su recuerdo, porque las palabras también tienen enorme carga emocional y forman parte de nuestro patrimonio cultural y sentimental.
Convertir a la madre en un 'progenitor gestante' y hacerla desaparecer del Código Civil por mor del alienador lenguaje inclusivo que nos invade, es una declaración de guerra al patrimonio afectivo de nuestra sociedad, como lo es el otro despropósito de la llamada Ley Trans que permite cambiar de sexo a los menores de edad simplemente expresando su voluntad. Mamá y papá no pintan nada en este asunto. Tal barbaridad debería despertarnos, si no lo han hecho ya la ley de beneficios a violadores y agresores sexuales (sí o sí) o los indultos, o las reformas de la sedición y la malversación para perdonar a los socios de este Gobierno que sufrimos.
Aliarse con defensores del terrorismo y golpistas que participan en la política para desestabilizar, y tener en el Gobierno a ministras que deforman el lenguaje hasta hacer desaparecer la palabra madre, retirando su autoridad ante sus propios hijos, es algo enfocado a la destrucción de nuestra sociedad. Y cada vez más ese enfoque deja de ser un argumento recurrente que va adquiriendo forma de una inquietante realidad.
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