El banco del Paseo Pereda

El poder del banco no sólo ha absorbido el nombre de la ciudad (en el extranjero Santander es una simple referencia bancaria), sino que, además, con su política de expansión cultural, se ha adueñado de la bahía con la estratégica ubicación del Centro Botín y pretende erigirse ahora de forma simbólica como faro, como si el de Cabo Mayor estuviera obsoleto para guiar a los navegantes.

Así que, con ese Faro Santander que ha diseñado David Chipperfield, y sin banco que domine la entrada de la calle del Martillo (perdón, calle Marcelino Sanz de Sautuola), el banco por antonomasia del Paseo Pereda va a ser ahora el más modesto para sentarse del doctor Vicente Quintana, ilustre cirujano del antiguo Sanatorio Madrazo que se instaló en el paseo en 1927. Iniciativa del colegio de médicos y de la Peña Royalty, en su inauguración se dijo que «hemos grabado un nombre de cara al sol, de cara a la mar y al tiempo», aunque al final el banco en cuestión, al estar orientado al norte, se pierde las hermosas vistas de la bahía y el calentar del sur, y presenta un estado de deterioro que pronto contrastará con el resplandor del faro cultural de los Botín.

Ahora que el Ayuntamiento santanderino ha concedido la medalla de oro al Colegio de Médicos de Cantabria por su 140 aniversario, qué buena idea sería la de continuar celebrándolo con un poco de arreglo y limpieza de piedra de este nuevo banco por antonomasia del Paseo Pereda.