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Siempre que viajo pienso en el regreso. No me extraña que digan que lo mejor de los viajes es volver a casa. Hace unos días ... pasé un par de noches en Madrid, en un hotel de la Gran Vía. A pesar del alboroto, me gusta el centro de la ciudad. Lo tienes todo a mano, sin necesidad de utilizar el transporte. Además, me gusta pasear alimentándome de la nostalgia que los recuerdos de estudiante me evocan casi a cada paso. Cómo ha cambiado todo. No hay tanta contaminación en el centro, ni tanto ruido. Hay más calles peatonales y la normativa de impedir el tráfico a los vehículos más contaminantes es un acierto. La gente también es diferente. Antaño abundaban las personas de las diferentes provincias españolas. Hoy un alto porcentaje son de procedencia extranjera. Me llevé una sorpresa cuando en los quioscos de la Gran Vía no pude comprar un periódico ¡porque no los vendían!

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