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El olimpismo nos refresca el verano. Los Juegos de París navegan para unir a los pueblos y para honrar en la ciudad de la luz a su restaurador, Pierre de Coubertin, que salpicó la esencia del deporte con los ideales inspirados en la antigua Grecia. ... Los pueblos griegos tenían su estilo. Siempre andaban a la gresca, pero cuando se celebraban los juegos de Olimpia se respetaba la tregua sagrada que paralizaba las guerras. Por eso en los Juegos de Amberes (1920) se excluyó a Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria y Turquía por la Primera Guerra Mundial, algo que se repitió con Alemania y Japón en los Juegos de Londres de 1948 por los desastres de la Segunda gran guerra.

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eldiariomontanes La medalla olímpica