Los pájaros de la triada oscura

El más rapaz y carroñero es el actual presidente de los Estados Unidos. Además de su trastorno narcisista, posee la ilusión de considerarse grandioso y único, con un deseo constante de explotación a los demás aderezado con la carencia absoluta de remordimientos. Es el más peligroso por el poder que ha sido capaz de alcanzar, y en estos momentos el mundo está pendiente de sus caprichos enfermos y de sus cambios de rumbo en la política internacional. Qué les voy a decir de los cambios de rumbo de Pedro Sánchez, que con elevados grados de narcisismo (fíjense en sus andares de enamorado de sí mismo) posee como característica más pronunciada el maquiavelismo, el engaño para obtener ganancias personales o de su clan familiar a costa de los demás, y urdir planes para mantenerse en el poder a cualquier precio y sin ningún criterio moral.

El último pájaro de la triada es Miguel Ángel Revilla. Para este veterano de la política cántabra nunca fue importante ni el poder ni el dinero. Él ya goza de sobra con su principal vicio: la popularidad. Qué feliz se encuentra ante micrófonos y cámaras de televisión. El rey Juan Carlos le ha hecho un enorme favor con su denuncia. Su patología es la mentira; su virtud, la exitosa manera de exponerla interpretando el papel del inocente hombre de la calle. Quizás en el cine, como actor, encuentre su verdadera vocación. O en el circo.