Las palabras del año

Este año la palabra elegida es dana, una depresión aislada en niveles altos que la RAE ha admitido recientemente en el diccionario escrita enteramente con minúsculas. No hace falta explicar el enorme protagonismo que la dana ha tenido este año, y lo que te rondaré morena, porque la dana, además de lluvias, riadas, destrozos y muertes también arrastra otras consecuencias de las que se seguirá hablando y escribiendo el año que viene.

Qué pena que las palabras elegidas transmitan pesadumbre. Desde 2013, las ganadoras que vienen a resumir el sentir anual de los españoles no han sido demasiado bondadosas. La vacuna (2021) y la inteligencia artificial (2022) son las únicas donde reposan elementos positivos. Otras como el selfi (2014), o los emojis (2019) pueden considerarse neutrales. Sin embargo, la mayoría contiene conceptos que no reflejan buenas sensaciones, como escrache (2013), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), confinamiento (2020), polarización (2023) y la propia dana (2024). Ojalá que algún año podamos proclamar como palabra del año la expresión que tanto usamos por estas fechas y que hoy convierto en mi deseo: Feliz Navidad.