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Un poco chapado a la antigua tengo que reconocer que estoy, por edad más que nada, no por espíritu. Por eso, lo de los 'influencers' me coge un poco a contracorriente, aunque hoy me atrevo a escribir del mérito de una de ellas, María Pombo, ... una referente de las redes sociales rosas que está promocionando Galizano con más eficacia que cualquier presencia en FITUR, por ejemplo, y que se extiende al entorno de Somo, Loredo, Langre… Desde que se ha instalado en el 'casoplón' de Galizano (aunque para casoplones los de Carriazo) esta localidad se está transformando en un lugar de moda. Es cierto que algunos vecinos están sorprendidos, como Nino y Merce, un matrimonio de edad avanzada que ya está cansado de la gente que pregunta por la casa de María Pombo. Están pensando en poner un cartel para señalizarla, me dicen. Lo cierto es que la zona, además de su belleza natural, se mima por todos los sitios. El arreglo de la carretera desde Loredo proporciona un aire nuevo, aunque el puente de 'Michichipi' presenta algún problema, y a su paso por Galizano, con las nuevas aceras, los dos enfrentados y señoriales hoteles y los coquetos Apartamentos Boutique Aroca de mi amiga Nana, de reciente inauguración, están dando al pueblo un glamur armonizado con la tradición del camino a la playa que ya tiene carril-bici, la panadería de Pili y Carlos o el bar El Cruce de Rubén, que está pensando en montar una peña del Racing. ¿Qué más se puede pedir en Galizano? Bueno, que sigamos haciendo feliz a María Pombo y que ella no se incomode tanto con el olor a boñiga de su paraíso, que también es el mío, porque el ciclo vital de las vacas también tiene sus inconvenientes y hay que hacer gala al nombre de su hogar, Casa Vaca, y al prestigio ganadero de Galizano.

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eldiariomontanes El paraíso de María Pombo