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Cuánto tiempo sin ver a mi amigo Eusebio, compañero de andanzas universitarias que ha pasado por mi casa haciendo el Camino de Santiago. Ha tenido el gesto de soportar en su mochila el peso de una botella de cava para brindar por nuestro feliz encuentro, ... y hemos levantado la copa en el recuerdo de nuestra perdida juventud que el cava nos ha ayudado a convocar. Así que ¡salud y más salud!

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eldiariomontanes La rebelión del buen cava