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Confieso mi admiración por el toreo, sobre todo desde aquel día en que, joven y atrevido, salté a una plaza portátil en Beranga donde me cogió una vaquilla y me dejó baldado. Desde aquel día fui más consciente del valor que hay que tener para ... ponerse delante de un toro de lidia y del respeto que se merecen los toreros.

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eldiariomontanes Torero, torero y torero