Reajuste en el centro-derecha
ANÁLISIS ·
A dos años y medio de las elecciones en Cantabria, Vox se propone socavar aún más el liderazgo del PP, que a su vez planea hacerse con los restos de CiudadanosSecciones
Servicios
Destacamos
ANÁLISIS ·
A dos años y medio de las elecciones en Cantabria, Vox se propone socavar aún más el liderazgo del PP, que a su vez planea hacerse con los restos de CiudadanosLa pandemia nos tiene enseñado que los cálculos y previsiones, los objetivos y las estrategias saltan por los aires a las primeras de cambio en esta nueva realidad tan volátil. Pero nadie renuncia a hacer planes de futuro, tampoco en la política. Por ejemplo, en ... el centro-derecha de Cantabria que se prepara para el reajuste a dos años y medio de las elecciones autonómicas de 2023. Vox se propone socavar el liderazgo del PP y los populares acarician la idea de hacerse con los restos de Ciudadanos. En todo caso, la división en este segmento parece asegurada a largo plazo, para regocijo de Pedro Sánchez y seguramente también del PRC de Miguel Ángel Revilla, que así tendría más fácil repetir el histórico triunfo en los comicios de 2019.
La moción de censura de Vox contra Sánchez marca el inicio de una batalla sin cuartel entre el PP y el partido de Santiago Abascal. El discurso de ruptura de Pablo Casado mereció el aplauso del sector más moderado de la formación, de la mayoría de los medios y -ay, qué peligro- hasta de sus enemigos políticos, aunque sólo fuera durante cinco minutos. En Vox tampoco están descontentos del balance. En Cantabria aseguran que en las horas que siguieron a la moción de censura inscribieron a unos 200 nuevos afiliados, hasta superar el millar de fichas. Las encuestas son dispares, a la espera de que las elecciones catalanas empiecen a poner a prueba la fuerza de cada cual.
En Cantabria, la potencia de los dos partidos no admite comparación por el momento. El PP es la segunda formación tras el PRC, con 9 diputados regionales, dos escaños en el Congreso y tres en el Senado, una treintena larga de alcaldes y una organización territorial capaz de resistir los embates más duros. Vox solo tiene dos escaños en el Parlamento de Cantabria, uno en las Cortes y un puñadito de concejales. En las elecciones generales han llegado hasta el 15% de los votos, porque es en la política nacional donde reside su mayor fortaleza, pero en las autonómicas apenas han rebasado el 5%, lo justo para obtener la mínima representación parlamentaria. En eso está ahora Vox, en el proyecto de mejorar su implantación para amar candidaturas en más de la mitad de los 102 municipios de Cantabria y duplicar los diputados autonómicos en los comicios de 2023.
Los tres partidos del centro y la derecha transitan caminos diferentes. El PP de María José Sáenz de Buruaga ha optado por la moderación y por ofrecer garantías de estabilidad a Revilla al frente del Gobierno, al menos mientras ha visto posible que el presidente rompiera con Pedro Sánchez y con el PSOE de Cantabria. Vox, en cambio, encarna la oposición al Ejecutivo bipartito sin medias tintas a través de su portavoz, Cristóbal Palacio.
Ciudadanos, con Félix Álvarez repuesto en el liderazgo que en realidad nunca perdió, trata de sacar adelante una situación difícil. Sus tres escaños no alcanzan para consolidar un Gobierno de mayoría con el PRC como el que tiene pactado con el PP en Santander y sólo le da para ofrecer colaboración a Revilla y conservar un cierto protagonismo. Algo parecido a lo que le sucede a Inés Arrimadas en su resbaladiza relación con Pedro Sánchez, rendido a la presión de podemitas e independentistas de toda laya, lo que desconcierta y hasta indigna incluso a sus partidarios. Ciudadanos asiste con dolor a un goteo de bajas, anónimas y relevantes, e incluso al acercamiento al PP de algunos exdirigentes como José Manuel Villegas o el mismo Albert Rivera. Aquí la dirección del partido intenta mantener la moral alta, pero los abandonos y la desmovilización han sido notorios en los últimos tiempos.
El PP cántabro acaricia la absorción de Ciudadanos a medio o largo plazo. El proceso, si finalmente se activa, vendrá orientado desde Madrid. Los populares tienen una buena relación con la cúpula de Ciudadanos de Félix Álvarez, y tampoco ven imposible el retorno a casa de su único alcalde, Javier Fernández Soberón (El Astillero), que hace sólo cuatro días era el líder de las Nuevas Generaciones del PP de Cantabria.
Vox no espera pescar mucho en el caladero de Ciudadanos, más accesible para el PP. De hecho sospecha que el duro mensaje de Casado a Abascal tiene entre sus objetivos captar para las filas populares al electorado centrista del partido naranja. A Vox le parece más factible seguir exprimiendo el descontento en el PP con la tibieza de sus dirigentes.
En algo coinciden PP y Vox, en aventurar que el PRC de Revilla sufrirá mucho en las próximas elecciones por el desgaste de la pandemia, pero quizá sea más un deseo que un augurio fundado en unos tiempos tan poco previsibles. La división de estos dos partidos que le da la vida a Pedro Sánchez en Madrid tampoco le perjudica al líder regionalista en Cantabria. Como apuntan en el PRC, «si la derecha está desunida y en el PSOE también hay guerra entre facciones, eso nos viene bien para volver a ganar».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.