Secciones
Servicios
Destacamos
El patrimonio más valioso de la Sociedad Montañesa de Beneficencia de La Habana, la única de las Casas de Cantabria que ha transitado por tres siglos, es un cementerio. En un recinto propio situado en el interior de la inmensa necrópolis de Colón se entierra ... a los cántabros -montañeses más bien, que es como se nos conoce en América- desde los años veinte del pasado siglo, en aquel tiempo en el que un ómnibus destartalado cubría la ruta llamada 'La Dichosa', cuya parada final estaba en el camposanto. Colón es un museo de los muertos, con obras arquitectónicas y esculturas de gran porte, y curioso también por los nombres evocadores de muchas de sus tumbas. Al cementerio de la Sociedad, remodelado por completo hace unos años, se le van quedando escasos sus 1.327 nichos y el área de honor, aunque algunos paisanos ilustres descansan en otros espacios.
La institución fue creada en 1890, cuando Cuba era aún una provincia española. Un par de décadas más tarde nació el Centro Montañés, lugar habitual de reunión y lujo en las fiestas de la alta sociedad cubana. En sus bajos del Paseo del Prado surgió el chachachá, un baile derivado de la rumba y el mambo que hizo furor. Hoy, los grandes referentes en América son los de la Asociación Montañesa de México, una sede moderna que en sus 9.000 metros cuadrados de superficie dispone de amplios salones, locales comerciales, restaurantes, cafeterías y una presencia notable de jóvenes, hecho infrecuente en unos centros envejecidos, y el caserón de Buenos Aires y sus instalaciones deportivas y de ocio. El resto son más recientes -los chilenos de Temuco y Valparaíso tienen pocos años- cual es el caso de Camagüey, Rosario, Caracas, Guatemala y Miami, estos tres últimos de muy poca actividad.
Pasado lo peor de la pandemia, o eso parece, los responsables de las Casas que puedan acudir se verán este fin de semana en el Casón de la Marquesa, en Las Fraguas. El mismo reencuentro es la mejor noticia. Las ausencias son notables y dolorosas, porque el virus se ha llevado a presidentes, socios y directivos, pero toca mirar hacia adelante. En España, Cantabria tiene representación en localidades tan cercanas como Baracaldo, Eibar, Logroño, Navarra, Burgos y Valladolid, y tan lejanas como Las Palmas y Tenerife. La hay en Madrid, Barcelona y Valencia; en Sevilla y Cádiz, en Mallorca e Ibiza, en Lérida. La Coruña y Aragón. En distintos grados de capacidad y número, los problemas son comunes: edad avanzada, carencia de relevo, dificultades económicas y la convicción de que deben reinventarse para garantizar la supervivencia. Algunas ya funcionan como promotoras culturales y turísticas de la región. Es el camino.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.