Revilla y yo

El presidente afirma que EE UU ya tiene lo que quiere y que ahora solo falta que piense en cómo parar esta atrocidad. Y lo resume así: la Bolsa americana por las nubes y la europea por los suelos... el dólar emparejado al euro... y los americanos vendiéndonos ya casi el 50% del gas de esquisto que les sobra.

Quizás Revilla se base más en su intuición que en datos certeros, pero su información, esta vez, es buena.

No recuerdo exactamente cómo denominó el presidente a esta guerra y lo siento porque creo que fue bastante certero. Pero en la línea de cuando la señora Victoria Nuland dijo aquella famosa frase -«que se joda la UE»- en conversación grabada con el embajador americano en Kiev y con motivo del Maidan dejando claras sus intenciones.

Cada vez leo a más gente que piensa igual que Miguel Ángel Revilla, o que yo, y me doy cuenta de que los únicos que no se enteran de nada son los políticos, que imitando a los tres célebres monitos oyen y ven, aunque no callan; dicen cosas que ni ellos se creen.

En 2008 ya dejé escrito tanto en un libro como en un medio de comunicación que esto que ha sucedido iba a suceder. O yo me merezco un Premio Nobel o hay por ahí gente obrando desde la mala fe. Menos mal que está Revilla para llamarlos por su nombre. Seguro que a él le harán más caso que a mí.