Lo que Revilla no va a contar en su libro

La pandemia ha afectado a todo el mundo. Lo que diferencia unas comunidades de otras son las medidas que se toman para afrontarla. Mientras muchos líderes regionales trabajan por promover el empleo y paliar los efectos negativos, tenemos un presidente de España soñando con 2050 y el de Cantabria anunciando su próximo libro.

El mundo virtual en el que parecen vivir algunos políticos está muy lejos de lo que interesa a la mayoría de los montañeses. Por eso, tengo claro que en esa nueva obra literaria de nuestro presidente, salvo que sea de ficción, no habrá espacio para hablar de la hostelería, de cómo se puede potenciar su actividad, de la confianza en que son los primeros que se preocupan por la salud de sus trabajadores y clientes.

Tampoco espero encontrar ningún capítulo sobre el empleo de los jóvenes, sobre oportunidades y emprendimiento en Cantabria. No somos los políticos los que creamos empleo, son las personas particulares, con experiencia y con ideas propias, en un entorno de libertad, seguridad y confianza. Solo a partir de ahí, con humildad, se puede activar toda la riqueza de nuestra tierra.

Nadie espera que dedique una página al respaldo a la maternidad, a las políticas activas para la familia, que han sido el auténtico salvavidas durante la pandemia. Si no facilitamos el que en Cantabria sea más llevadero tener hijos, si no ayudamos a las embarazadas o a las madres con bebés, la próxima crisis va a encontrar una sociedad desestructurada y muy débil. No va a hablar Revilla de todas las posibilidades que tienen los pequeños municipios si cuentan con una buena cobertura de internet. Y es precisamente ahí donde Cantabria ofrece muchas ventajas competitivas en un momento en que se valora más que nunca la naturaleza y la alimentación kilómetro cero. Soy optimista sobre el futuro de Cantabria. Basta ponerse a trabajar con realismo, pegados al terreno y no perder tiempo con novelas para alimentar las tertulias televisivas o planes visionarios para el año 2050. Cantabria necesita un plan de región realista de presente y de futuro, necesita soluciones para hoy y necesita encontrarlas con un trabajo serio y determinado de toda la sociedad.