Revilla, sin sucesor en el cartel electoral

El sondeo, 800 entrevistas y cuatro grupos de debate con votantes regionalistas, detecta el desgaste del PRC, pero augura que puede ganar de nuevo, con el 31,5% de los votos y 12 diputados, dos menos que en 2019, que fueron 14 y a pocas papeletas de los 15. El PP, con el 26,1% obtendría 10 escaños, uno más. El PSOE, con el 19,5% se quedaría con los 7 que tiene, Ciudadanos, registra un 3,9%, pierde sus 3 diputados y desaparece; Vox, con el 10%, doblaría de 2 a 4 diputados, y Unidas Podemos se sitúa justo en el 5% necesario para tener representación con 2 escaños.

Ya se sabe que las encuestas son la foto de un determinado momento político y esta es anterior a hechos muy notables. Por ejemplo, el mazazo de la exclusión de los fondos europeos de los dos proyectos estrella del Gobierno PRC/PSOE, La Pasiega y el Mupac; el enorme éxito de Vox en los comicios de Castilla y León, la tremenda crisis interna en el PP y la invasión de Ucrania por Rusia, que tendrá imprevisibles consecuencias, y ninguna buena, en todos los ámbitos socioeconómicos. No obstante, el último de los frecuentes sondeos de Electomanía es posterior a tales acontecimientos y las tendencias son muy similares, aunque pronostica un empate en la cabeza de PRC y PP a 11 escaños.

El estudio de Logos Lab que evalúa el vigor electoral del regionalismo no escatima elogios a Revilla, pues los encuestados le perciben activo, cercano, moderado, dialogante, un embajador de Cantabria, ajeno a la corrupción... que destaca frente al perfil neutro de Zuloaga, al frente de un PSOE subsidiario de Pedro Sánchez, o María José Sáenz de Buruaga, dócil frente a la cúpula del PP que la humilló con el 'caso Ruth Beitia'. El Gobierno Revilla merece un balance de legislatura neutro, ligeramente negativo, y con buena nota en la gestión de la pandemia.

El PRC aparece, según el sondeo, como un 'valor refugio' para el electorado, bien conectado con los jóvenes frente al 'rancio bipartidismo' que suponen PP y PSOE. El problema es que sus siglas, bien preservadas, ofrecen valores muy vinculados a la imagen de su fundador y líder. La renovación del hiperliderazgo de Revilla es un reto sin resolver, a la espera de lo que denominan un 'relevo tranquilo, no rupturista'. Otro desafío es la apuesta por Santander, donde el PRC tiene un déficit de elementos urbanistas y de modernización. O sea, los analistas detectan que haría falta un nuevo intento del 'modelo STV' que encabezó José María Fuentes-Pila en 2011. El diputado en el Congreso, actualmente José María Mazón, está plenamente consolidado aunque ahora no obtendría su escaño tan holgadamente como en 2019.

Durante décadas se ha manejado la idea de que el PRC era sólo Revilla y que cuando éste faltase el partido se iba a diluir como un azucarillo. Después de seis legislaturas en el poder, desde 1995 con el PP, y desde 2003 con el PSOE, ya con Revilla como presidente, salvo el paréntesis de Ignacio Diego con el PP, de 2011 a 2015, el PRC ha crecido mucho hasta ser el primer partido de Cantabria en la autonomía y en los ayuntamientos, nada menos que 43 alcaldías

El PRC tiene estructura territorial, cuadros profesionales y una maquina electoral muy eficaz, pero el liderazgo electoral de Revilla es todavía imprescindible. Él lo sabe, claro, pero no acaba de aclarar qué hará en 2023 y alude de vez en cuando a los achaques de salud propios de sus 79 años que debieran hacerle considerar el retiro de una larga carrera política. Después de ganar por vez primera las elecciones en 2019, con los mejores resultados de su palmarés, ya no le queda nada por demostrar, pero el compromiso con el partido también cuenta.

En el PRC sí que tienen muy claro que Revilla debe subirse una vez más al cartel electoral. Y si no, que hubiera preparado el relevo con tiempo suficiente. Ahora ya tiene que ser el candidato sí o sí, 'aunque sea atado al caballo como el Cid', dicen en voz baja los dirigentes del partido, atentos a la pantalla y preocupados por si acaso Núñez Feijóo rescata a Íñigo de la Serna para la política y a su debido tiempo le convence para que sea candidato del PP en Cantabria.

El añorado Rafael de la Sierra solía repetir que Revilla era irrepetible, que sólo podía sustituirle una organización, todo un partido. Así es, pero a ese tránsito inevitable todavía le falta un trecho, al menos en lo que concierne a las elecciones.