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Una revuelta en el Palacio

El público ocupa a la brava los aparcamientos que se reservan a las autoridades competentes

Viernes, 13 de enero 2023, 07:30

Hace años, según los convenientes eslóganes autocráticos al uso, la autoridad era competente; el ciudadano, ejemplar; el maestro, abnegado; el funcionario, probo; el estudiante, aplicado; el matrimonio, indisoluble y la Virgen, purísima doncella. Pero los tiempos son otros y las circunstancias también, aunque hay cosas ... que nunca cambian. La autoridad no era competente entonces ni lo es ahora, entendiéndolo como capacidad, cualificación suficiente y eficacia en el cargo. Las excepciones solo confirman la regla, mas lo que persiste, incluso en asuntos menores, es el absurdo privilegio, la asistencia gratuita a espectáculos públicos, por ejemplo, cuando el sueldo sobra para pagar el taco de entradas que los dan. Unamos a ello el aparcamiento reservado y la mala imagen que ofrece su ausencia al ver butacas vacías cuando, en teoría, se agotaron las localidades.

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