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En los días previos al partido de Cádiz, los mandatarios racinguistas citaron a la prensa para poner algo de luz a tanto oscurantismo sobre el Racing. Intentaron acabar con ese frío que nos congela la fe, haciéndonos sentir descreídos en que se pueda arreglar este ... cúmulo de errores cometidos, y que se mezclan con una dosis excesiva de infortunios. Nos está persiguiendo al racinguismo como una broma de mal gusto. Así, el tema más candente para una parte de la parroquia era Chuti Molina y su manera omnímoda de ejercer su dirección deportiva. El hombre que hace seis meses era –según algunos– astuto y hábil negociador o la mente más lucida del último lustro racinguista, ha pasado a ser un incompetente ojeador y perjudicial mandatario. Tal vez ni una cosa ni otra. Los accionistas mayoritarios del representativo zanjaron este tema emulando a Napoleón: 'Es un buen general, pero no tiene suerte'. Por otra parte, rectificaron –dicen que es de sabios– algunas medidas por ineficaces, que estaban convirtiendo la militancia de ser racinguista en una rutina. Mal asunto. Ahora parece que vamos a pasar a: 'Prohibido prohibir en aras de la unidad'. Bienvenidas sean las rectificaciones.
Unos días después también hablaron, sobre el campo, los protagonistas verdiblancos. Y por segunda vez consecutiva acabaron derrotados, lamentando su impotencia. Con la imagen de la desolación en sus rostros y abatidos sobre el césped, se preguntaban sin comprender qué pasó otra vez: '¿Qué más tenemos que hacer para cambiar esta situación?' Una vez más el futbol había sido cruel con ellos. En las gradas, un puñado de animosos aficionados, con las miradas perdidas, volvía a casa con el enojo como compañero de viaje. Los más, delante del televisor, pedíamos una explicación a la pantalla –como en mi caso–, por mandarnos esas imágenes repetidas tantas veces esta temporada, que nos amargan la existencia innecesariamente.
Pero el resultado es negativo, sobre todo porque vuelve a incidir una vez más en la herida que cada vez se abre más. El partido tuvo unas consideraciones que deben darnos motivos para creer. El equipo dio buena imagen a pesar de que la 'Ley de Murphy' se reafirmó en esta ocasión de tal manera que no admite discusión. Hubo sensación de grupo unido. Con un Sergio Ruiz que está alcanzando su mejor momento, con un espléndido derroche físico al que le añadió una interpretación del juego con la meticulosidad del que está seguro de sí mismo. Dio pausa cuando la situación requería y aceleró con sentido. Figueras fue otro destacado, en modo de capitán ejemplar y eficiente, que buena falta hace. Todos estuvieron, cuando menos, derrochando energía, en estos momentos en los que las piernas pesan y el ánimo puede flaquear. Este juntaletras les ruega, a través de la última estrofa de un bello poema de Mario Benedetti, que ese valor y esfuerzo demostrado en Cádiz sea un homenaje constante a ese 31 de enero de 2014, donde la dignidad se plasmó en los Campos de Sport. 'No te rindas, por favor no cedas. Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque cada día es un comienzo nuevo. Porque esta es la hora y el mejor momento. Porque no está solo, porque yo te quiero', Racing.
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