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Mucho mejor que la ciudad natal le dedique a uno una calle es que le dedique un roble. Como a Joaquín González Echegaray, a quien todo el mundo cariñosamente conocía en el Centro de Estudios Montañeses como 'el Cura', porque cura era, bien que no ... del montón, sino ilustrado. Para honrar su memoria, más allá de muchos libros en cuyas portadas figura su nombre, la Universidad de Cantabria (UC) alentó la bonísima idea de dedicarle un roble. Fue hace ocho años, promediado el mes de marzo. Y desde entonces, fiel a su fama, el roble se alza sobre el césped, firme, sonriente e hirsuto ante al edificio de la Dirección de Doctorado. Como comprobará quien hasta allí se desplace, lo busque y lo lea, alternando la madre lengua latina con la española. Así:

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eldiariomontanes El roble Honoris Causa