Nacida en los albores de las libertades y la equidad que proporcionaba el incipiente orden democrático; alimentada por los nutrientes de una sociedad cántabra ávida ... de participación sociocultural y herramientas educativas como instrumentos para el desarrollo personal y colectivo en derechos y libertades públicas; y abrigada por el manto de los crecientes reclamos de solidaridad, igualdad y respeto a la diversidad, la Universidad de Cantabria es desde sus orígenes, hace 50 años, garante de espacios de crecimiento intelectual y espíritu crítico, pero también de tolerancia y respeto a la pluralidad de opiniones e ideas más allá incluso de la propia comunidad universitaria.
Y es que a lo largo de este medio siglo, Cantabria y su universidad pública han interaccionado bajo una simbiosis y respaldo mutuo, reforzando su vocación por la lucha en defensa de los derechos y libertades de los cántabros en general, y de su comunidad universitaria en particular. La respuesta pública de su universidad a la sociedad cántabra ante la exigencia de desarrollo social y humanístico en concordia no podía ser otra que dar ejemplo de convivencia serena.
Consecuencia de este espíritu connatural de nuestra institución universitaria, la figura del Defensor Universitario emerge hace dos décadas en la Universidad de Cantabria como órgano comisionado para velar por el respeto a los derechos y libertades de todos los miembros de la comunidad universitaria. Se trata, sin duda, de un instrumento de indudable valor moral del que nos hemos dotado para reforzar y responder de forma ordenada a los retos diarios de entendimiento y acuerdo derivados del desempeño de nuestra actividad académica y profesional. Durante este tiempo, las acciones de la Defensoría Universitaria han ido dirigidas a la mejora de la convivencia y del desarrollo humano y profesional de sus miembros –actuando prioritariamente en los colectivos más débiles y sensibles– generando el entorno adecuado y coadyuvando un incremento de la calidad de todos los procesos que en la universidad se desarrollan. Una tarea de dialogo, escucha y mediación, en su caso, desempeñada con gran sentido de la responsabilidad, humanidad, empatía y sensibilidad.
La Defensoría Universitaria no ha sido ajena de su entorno ni de las circunstancias cambiantes de la sociedad y de la propia universidad. En este sentido, la Universidad de Cantabria ha experimentado un tiempo muy eficaz en cambios que han conducido a la excelencia de nuestra universidad. Es lógico que, de igual forma, la demanda y defensa de derechos y libertades hayan evolucionado al mismo ritmo. Conscientes de ello, debemos seguir alerta a estas exigencias cambiantes y saber dar respuesta para que nadie se quede fuera de la colectividad o del proyecto, pues cada persona es parte fundamental de nuestra universidad.
Entre los retos futuros, en el contexto global, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas nos exigen desplegar, también en la universidad, esfuerzos en relación al acceso igualitario para hombres y mujeres a una formación superior de calidad y al desarrollo profesional, además de la integración y la consideración de las necesidades de las personas con discapacidad y diferencias de género, garantizando ofrecer entornos de aprendizaje y trabajo seguros, inclusivos e integradores, por mencionar algunos de los desafíos incluidos en la Agenda 2030. Por otro lado, y en un escenario más doméstico, la Ley de Convivencia Universitaria sienta las bases para reformular el marco de convivencia universitaria haciendo énfasis en el ejercicio de las libertades y los derechos fundamentales de la comunidad universitaria.
El despliegue y la integración de ambos marcos por parte de la Defensoría Universitaria requerirá abordar una amplia gama de retos multifacéticos que implicarán interconexiones con el conjunto del modelo de gobernanza universitaria. La voluntad y la energía para su desarrollo al servicio de la Universidad de Cantabria y por extensión de la sociedad cántabra están garantizadas. De nuestro éxito colectivo depende, en buena parte, el trazado de un clima de convivencia ventajoso para contribuir en las próximas décadas al desarrollo social y económico de Cantabria a través de la cultura del conocimiento que aporta la Universidad de Cantabria.
Los autores son:
Catedrático de Ingeniería Química y comisionado para la Defensoría Universitaria; Catedrático de Matemática Aplicada y Defensor Universitario 2013-2023 y Catedrático de Análisis Matemático y Defensor Universitario 2001-2013
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