Sabiduría

A una genética impresionante, 'Sabiduría' habrá añadido, desde que salió del cascarón allá por 1951, año en que también salió del suyo el que sería destacado político nacional cántabro Alfredo Pérez Rubalcaba, un factor de suerte. Alguna vez habrá estado en una situación arriesgada en la que vivir o perder las plumas estuvo en un tris. Algo le habrá ayudado su vida social: se unen en colonias y en ocasiones las hembras se asocian para crianza. Puede que su dieta guarde también el secreto de la longevidad: cefalópodos y peces.

Serviría de metáfora para una comunidad política: saludable fundamento, dieta adecuada, buena capacidad asociativa, y un pelín de fortuna. De lo primero existe poco en las sociedades modernas, gracias a la medicina. Quizá en Cantabria la última gran selección natural se produjo con los postreros coletazos de enfermedades infecciosas; por ejemplo, en la gripe de 1918. El covid-19 es un aviso de que no nos libraremos fácilmente de esa presión, pero la ciencia evoluciona igualmente, así que es una carrera de armamentos entre naturaleza y cultura. En cuanto a la dieta, se podría medir por la renta disponible por habitante (15.902 euros en 2019, algo por encima de la media, por las transferencias que recibimos del resto de albatros de la colonia España). La capacidad asociativa nos falla un tanto. El individualismo es muy cántabro. Estaría bien enseñar el asociacionismo en la escuela.

Por último, se necesita suerte. Tocan poco las loterías de toda laya. Mejorando en todo ello, llegaríamos al nivel de 'Sabiduría'. Habrá que poner un albatros en el escudo.