Desde el patronato de la Fundación San Cándido, responsable de la residencia del mismo nombre, queremos hacer llegar a la opinión pública la muy preocupante situación (no queremos utilizar otro calificativo que quizá fuera más exacto) que estamos viviendo en nuestro centro y posiblemente también ... en otros muchos de la comunidad.
Desde hace unos días se han evidenciado algunos casos positivos de Covid-19 entre nuestros residentes. De acuerdo con lo que teníamos previsto, a estos usuarios que han resultado infectados se les está ubicando en una zona totalmente independiente, en habitaciones individuales atendidos por siete de nuestros profesionales en turnos de día y de noche, con el único apoyo del médico de Atención Primaria del centro de salud. Ahora viene uno cada semana, por lo que no hay continuidad. Además, el fin de semana no se acercó ninguno; ni siquiera nos preguntaron cómo están nuestros residentes que han dado positivo.
«Esta es la situación a la que nos lleva la falta de previsión y descoordinación de la Consejería de Sanidad»
Por la rápida propagación del virus, pensamos que puede haber profesionales portadores de la infección que aún no han manifestado ninguna sintomatología. Ante esta situación, hemos solicitado al servicio de prevención que se hagan test a todos los que han podido estar en contacto con usuarios positivos, pero Sanidad no los hace hasta que tengan síntomas.
De hecho, tampoco se los realizan por falta de material a todos los residentes que sí los tienen.
Por otra parte, para agravar la situación, desde la Consejería de Sanidad se está llamando a profesionales de enfermería y auxiliares que están actualmente trabajando en residencias, cuando en estos momentos la lista debería ser la misma para todos. ¿O es que el trabajo que realizamos en estos momentos desde las residencias de Cantabria no es sanitario?
El equipo laboral está plenamente volcado en garantizar una adecuada atención a nuestros residentes, intentando suplir la falta de visitas y transmitiendo una sensación de normalidad en una situación totalmente excepcional: pero sin test y sin profesionales no podemos combatir el Covid-19.
Por último, quiero aprovechar la ocasión para hacer una evaluación sobre estas formas de actuar. Cuando un ejército se enfrenta a un enemigo duro, sin jefes, sin cabezas rectoras y en un momento de pánico, se decreta el 'sálvese quien pueda'.
Esta es la situación a la que nos lleva la falta de previsión y descoordinación de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria.
¿Qué nos queda? ¿Atrincherarnos?
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