Secciones
Servicios
Destacamos
Golpeado duramente por las urnas andaluzas, noqueado por la inflación galopante hasta niveles desconocidos desde 1985, discutido a diario por los socios podemitas del Gobierno, sometido a chantaje permanente por los insaciables aliados independentistas, Pedro Sánchez intenta trabajosamente remontar el vuelo. Después del éxito diplomático ... de la Cumbre madrileña de la OTAN, recupera ahora el Debate sobre el Estado de la Nación, que no se celebraba desde 2015, para presentar a bombo y platillo nuevas medidas contra la crisis, urdidas tan en secreto que ni siquiera la vicepresidenta Yolanda Díaz y los demás dirigentes de UP conocían su contenido.
El presidente Sánchez volvió a lucir el acento ideológico de sus últimos discursos con propuestas, ya invocadas por otros partidos de la izquierda, como el nuevo impuesto a la banca y a las compañías energéticas, que ya se verá cómo repercute a los ciudadanos. El problema persistente de Sánchez es su déficit de credibilidad, también en materia económica, como en el deprimente resultado de la muy celebrada excepción ibérica en la tarifa de la luz.
Sánchez, una vez más, cargó las tintas contra el PP en el Congreso, pero el ataque no provocado suena sobreactuado en un debate como éste en el que se examina la gestión del Gobierno. Más bien parece que el líder socialista busca coartadas para estos días: la Ley de Memoria Democrática que ha pactado con EH Bildu en el Congreso y la visita a La Moncloa del presidente catalán, Pere Aragonès, con la habitual lista de concesiones que se propone arrancar al Gobierno de España.
En fin, el Debate sobre el Estado de la Nación presenta a cada cual en su papel; el prestidigitador Sánchez agota todos los trucos para perpetuarse en el poder cuando vienen mal dadas y el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, es un simple espectador del teatrillo, sin intervenir, como quien está seguro de que el poder le caerá como fruta madura, sin otra estrategia que la de esperar a ver pasar el cadáver de su enemigo. Ya veremos si no resulta un exceso de confianza.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.