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Cuando pierda todas las partidas, cuando duerma con la soledad, cuando se me cierren las salidas y la noche no me deje en paz»: 'Resistiré', la canción convertida en el himno de la lucha contra el Covid-19 -y que suena cada día desde el ... Ayuntamiento- resume el sentir de los españoles ante una amenaza global desconocida, que marca sin descanso nuestras preocupaciones, objetivos y rutinas. El sábado 14 nos despertamos sobrecogidos, con tres palabras resonando en nuestra cabeza: Estado de alarma. Un decreto del Gobierno que ha cambiado por completo el escenario político, económico, social y vital de los ciudadanos.
Se abre ante nosotros un horizonte desconocido y jamás imaginado. Un territorio tan hostil como si hubiésemos aterrizado en otro planeta. Porque, aunque reconozcamos los espacios y las personas, ahora todo es distinto, desde nuestra forma de relacionarnos hasta nuestro planteamiento de futuro.
«Cuanto sienta miedo del silencio, cuando cueste mantenerme en pie...». La expansión del coronavirus está provocando fallecimientos y excesivo dolor, tanto que las palabras se quedan escasas para expresar las condolencias que transmitimos con cariño desde el Ayuntamiento de Santander.
No podemos obviar esta situación. Aunque los datos nos aterroricen tenemos que tenerlos muy presentes para intensificar las precauciones: Por favor, es necesario no salir de casa excepto que sea absolutamente necesario. Por eso también es justo reconocer la labor de las personas que siguen al pie del cañón garantizando los servicios básicos: Personal de centros sanitarios y de residencias, transportistas, cuerpos y fuerzas de la Seguridad y del Estado, servicios sociales y demás trabajadores de sectores esenciales.
Amplío mi agradecimiento a los ciudadanos que están dando lo mejor de sí como voluntarios para ayudar a confeccionar el material de protección. La solidaridad se está extendiendo más que el maldito virus y eso demuestra que lo mejor de las personas se evidencia en los peores momentos. Pero para complicar más esta cuadratura de ese círculo perverso conocido como coronavirus, la economía de los ciudadanos comienza a resquebrajarse. Los ERTE se multiplican, el sector hostelero y comercial se ve abocado a un cierre temporal que les va a ocasionar cuantiosas pérdidas y los autónomos sufren el azote de un terremoto en sus negocios.
«Resistiré, erguido frente a todo, me volveré de hierro para endurecer la piel». Ante todo ello el Ayuntamiento ha decidido actuar. Afrontar de cara y sin ambages el mayor problema mundial que se recuerda. Con una batería de medidas concretas y directas para beneficiar a los santanderinos. Abordando todos los ámbitos y sectores de la población. Sin pausa y sin descanso, desde el primer día del estado de alerta y sustentadas en dos pilares.
Primero, la salud y la atención a las personas: abordamos las medidas de precaución para limitar los contagios, cerrando los centros municipales y aplazando los trámites; eso sí, sin descuidar la atención a los ciudadanos por vía telemática y telefónica y reforzando la atención a los colectivos más vulnerables.
El Ayuntamiento se ha volcado en atender las necesidades de los ciudadanos, ofreciéndoles cuidado a través de los Servicios Sociales; formación con cursos on-line certificados para que puedan aprovechar el tiempo libre mejorando sus currículums; ocio con concursos para niños y adultos; e información centralizada desde la plataforma de solidaridad e información www.santanderencasa.es
Y, en segundo lugar, la economía: suspendimos la OLA dejando el aparcamiento gratis y aplazamos el pago de los tributos municipales hasta el segundo semestre. Procuramos alivio a los santanderinos en su economía, eliminamos sus agobios demorando también el pago del alquiler de abril a los inquilinos de las viviendas que gestionamos para que lo puedan abonar cómodamente prorrateado a lo largo de 2021.
«Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie». Santander está preparada para reanudar la actividad desde el minuto uno. Ya hemos contactado con los colectivos empresariales, hosteleros y del comercio para trabajar juntos en medidas municipales consensuadas con ellos y también con los sindicatos. Vamos a dar la vuelta al presupuesto para ayudar a los ciudadanos y al desarrollo económico de la ciudad. El verano está a la vuelta de la esquina y es una época fuerte en la ciudad, en la que lo vamos a dar todo para acertar con nuestras iniciativas y remontar lo antes posible. El objetivo es volver a ser el motor económico de Cantabria y situarnos a la cabeza de la recuperación económica de la región. Y claro, para ello, también necesitamos ayuda del resto de administraciones. Esperamos que estén a la altura y que los miles de millones que están anunciando se materialicen en algo. Que podamos verlo y contarlo, por supuesto, y muy agradecidos además.
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