Secciones
Servicios
Destacamos
Solo por recordárselo a los santanderinos y a todos los cántabros, a los veraneantes y a los visitantes: Santiago no es patrón de Santander, ni benefactor de la ciudad. Santiago no es nada de Santander, solo que las fiestas de la ciudad se celebran ... en julio, en una semana en la que está el día que la Iglesia católica dedica a Santiago, declarado patrón de España (Santiago fue el primer apóstol mártir de los doce que acompañaron a Jesús).
Los patrones de Santander son los santos Emeterio y Celedonio y la patrona es la Virgen del Mar. Y San Matías es su protector, porque libró a Santander de la peste (la enfermedad, no de otras pestes que el lector tendrá en su memoria y en su cabeza). El voto de San Matías es la costumbre más antigua de la ciudad de Santander, que data de hace más de 500 años, y cada año la Corporación Municipal (en realidad sólo unos pocos ediles) acuden a la procesión y al servicio religioso. En el año 1791, el Papa Pío VI declaró a San Emeterio y San Celedonio como patrones de Santander a petición del Obispo Menéndez de Luarca, consagrando el 30 de agosto como su día.
Y la Virgen del Mar es patrona de Santander desde hace 41 años, aunque su veneración como salvadora de hombres del mar se remonta a varios siglos. La fiesta del Día de la Virgen del Mar fue declarada en 1980 y se celebra durante el Lunes de Pentecostés que, como todo el mundo sabe, no tiene fecha fija. Sobre la Virgen del Mar lo sabe todo su protector y exconcejal de Santander, Jesús Ceballos Campo.
Las fiestas de Santander (en vista del clima local) debían desarrollarse en el mejor mes del año, julio. Empezaron a celebrarse a mediados del siglo XIX en el Alto de Miranda y han cambiado varias veces de ubicación. Como dejó escrito nuestra recordada investigadora María del Carmen González Echegaray, «en el Alto de Miranda, nacieron las fiestas de Santander, en la antigua ermita de los Santos Mártires, que anteriormente había estado situada en la parte baja de la Villa, en la Calle del Mar, rampa de la Calzadilla -hoy Plaza Porticada- y adosada a la antigua muralla. Al iniciarse el ensanche de la ciudad, fue trasladada al Alto de Miranda y con ella su romería y fiesta. Estaba dedicada la ermita a la Purísima Concepción y los Santos Mártires, y era de la Cofradía de los Navegantes de San Martín de Abajo».
Fue en 1848 cuando se trasladó la nueva capilla de la loma de Miranda... «Muy cerca se encontraba un merendero regentado por un vecino llamado Santiago, donde se celebraban las verbenas. Yo conservo un anuncio del señor Santiago, animando a la vecindad a subir por el entonces escabroso paseo de la Concepción, hoy día Paseo de Menéndez Pelayo, para celebrar los festejos en la ermita de los Mártires y pasar por su tasca a refrescar el gaznate», escribió la investigadora local.
«El éxito de estas fiestas populares, animó al Ayuntamiento a aprovechar el nombre de este conocido personaje (Santiago), y ampliar con ferias y las tradicionales corridas de toros, etc. los festejos veraniegos de la ciudad trasladándolos a fechas más oportunas», es decir, al verano.
Y ahí empezó todo. Las fiestas de verano de Santander se convirtieron en Semana Grande hace más de quince años siendo concejal de Festejos Rafael de la Gándara Porres y han alcanzado gran nivel de diversión. Muchos santanderinos cuentan a los turistas la milonga de que festejamos Santiago y de eso nada. Lo que los santanderinos festejamos en julio es a nuestra querida Virgen del Carmen, con procesiones, banderas nacionales, locales y extranjeras en los balcones y llenando las calles sin la algarabía y el desmadre de la Semana Grande.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.