La sencillez de las almas grandes

Alesandro Pronzato, un autor italiano, publicó no hace mucho un libro titulado 'En busca de las virtudes perdidas' (Salamanca 2001). Una de ellas es la sencillez y vamos a hablar de ella. La verdadera sencillez es una virtud excepcional. Una persona sencilla es la que ... ha puesto orden en su vida, la que ha eliminado de ella cosas inútiles para centrarse en los valores esenciales. Únicamente las personas verdaderamente grandes logran ser sencillas. La persona sencilla no está vacía por dentro, sino que tiene un centro en torno al cual giran pensamientos, sentimientos, acciones, palabras, tomas de postura... Todo va referido a ese centro y se explica o se justifica desde él. Quien ha adquirido la sencillez ha superado la dispersión y el caos en su vida y ha logrado la unidad, la armonía y la coherencia. No es lo mismo simplicidad o sencillez que simpleza. Lo contrario de la sencillez es la retórica, la ampulosidad, el embrollo, el retorcimiento, la afectación, la presunción.