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Nos sorprendemos hoy con una campaña en los llamados 'Mupi', los carteles publicitarios de las paradas de autobuses en Santander, lugares que no pueden ser más populares y en horario más infantil. Esta campaña la promueve una organización ultracatólica de nuestro país, la Asociación Católica ... de Propagandistas. En ella animan a rezar frente a lo que ellos llaman clínicas abortistas, los centros en los que profesionales sanitarios se ocupan de la salud sexual y reproductiva de nosotras, las mujeres. Como sabemos, en la Ley Orgánica 2/2010 de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo en su Título II, artículos 13 y 14, se concreta la despenalización de la práctica del aborto inducido durante las primeras 14 semanas del embarazo. Durante este tiempo, la mujer podrá tomar una decisión libre e informada sobre la interrupción de su embarazo. No habrá intervención de terceros en la decisión.
Igualmente hemos conseguido que sea delito el aborto forzado. Desde entonces, no ha habido más problemas con el cumplimiento de la ley que los normales derivados de la organización sanitaria y los acosos a las mujeres a las puertas de los centros, precisamente por grupos ultracatólicos que rezan, increpan, atosigan a las mujeres usuarias. Tampoco sabemos de ningún otro grupo ultrareligioso ya sea musulmán, judío, protestante, anglicano, etc., que promueva esta actitud.
Nuestra Constitución, en su artículo 16, garantiza la libertad religiosa, de conciencia y de culto, como ya lo hacía el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Y también la de no profesar ninguna religión. No nos preocupan las creencias religiosas, morales o del tipo que sean que hagan decidir a una mujer llevar a término un embarazo o no, lo que nos preocupa es que ya se haya orquestado una campaña para intentar coartar el derecho de todas a decidir sobre nuestra salud, nuestra vida y nuestra maternidad.
Y que esto se haga usando espacio municipal. Tienen para rezar los templos, las parroquias, las universidades, los colegios religiosos, los propios domicilios... En las puertas de las clínicas se acosa a las mujeres y en las paradas de los autobuses se lanza un mensaje populista y se pone en cuestión nuestro derecho. Por ello, le pedimos a la corporación municipal, a todos los grupos políticos que la forman, que retire esta campaña contra nuestros derechos, que promueve de tal manera el acoso a mujeres en uno de los momentos más vulnerables de sus vidas, y lo hace ante centros sanitarios. Porque puestas a hacer denuncias, nosotras sabemos que son mucho más grandes las puertas de los templos que tantos delitos ocultan.
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