Siguen los bulos

Parece ser que existe un estudio real que se ha hecho en Italia sobre 50 autopsias de víctimas de Covid-19. Además, existen un par de estudios realizados a partir de los datos clínicos de 138 pacientes del coronavirus en Wuhan que analizaban la prevalencia de datos de trombosis pulmonar, que se estimaba presente en el 71% de los fallecidos.

La coagulación intravascular diseminada a la que se refiere el mensaje es un proceso patológico que se puede presentar en casos de infección localizada, en sepsis graves y en trastornos autoinmunes como el lupus, entre otros. Cuando se presenta esta patología, se administran anticoagulantes, generalmente heparinas de bajo peso molecular, y se administran antibióticos cuando está asociada a infecciones o bien para prevenirlas. La OMS tiene incluida desde enero la trombosis como posible complicación en casos críticos de Covid-19 y aconseja el uso de heparina en pacientes que no tengan contraindicaciones para evitar posibles trombosis.

Pero en el mensaje cuelan una premisa falsa, y es que dicen que no hay neumonía. El coronavirus causa neumonías, en algunos casos muy severas. Los tratamientos médicos de los pacientes de coronavirus no han variado sustancialmente en los últimos días, y a los pacientes críticos se les sigue ingresando en las unidades de cuidados intensivos, y se siguen empleando respiradores cuando los pacientes lo precisan.

La enfermedad se sigue atacando con todos los medios disponibles. Todavía no disponemos de antivirales específicos, así que se trabaja en aliviar los síntomas y en intentar prevenir el agravamiento de los cuadros clínicos. Y confiamos en tener una vacuna cuanto antes; pero mientras llega, mejor confiemos en los médicos y no nos dejemos intoxicar por estos mensajes.