Sprint por el voto útil

El PSOE dispara en ráfaga a todo lo que se mueve para movilizar a su militancia, bastante más apagada que en abril. No sólo ha intensificado la voz de alarma contra la 'triple derechona', sino que intenta captar en provecho propio al electorado de Podemos y Ciudadanos, a los que hace culpables del bloqueo político, y también al del PRC cuando critica las ínfulas de Revilla como 'conseguidor' de Cantabria ante el Gobierno socialista de Pedro Sánchez. Los socios en el Gobierno regional se las tienen tiesas en estas elecciones, porque se pueden disputar directamente el último de los cinco años que se adjudicarán el 10-N. El PRC aspira a dos diputados, pero primero hay que proteger el único que tiene y el porcentaje de apoyo que le asigna el sondeo es menor que el del 28-A. Revilla no deja pasar ocasión de ganar un voto, incluido el tragicómico episodio de ayer, cuando él y Mazón quedaron incomunicados por un argayo en el Desfiladero de La Hermida. El abandono con que el Ministerio de Fomento somete a Cantabria, dijo. Vaya, como cuando la expedición regionalista quedó varada en el tren a Madrid una semana antes de los comicios autonómicos y municipales por una avería en la catenaria. Los percances reivindicativos, un hallazgo electoral.

El PP todavía se dispone a gastar hoy la segunda bala de Pablo Casado, que vuelve para cimentar la victoria en la región. El partido celebraría como un éxito lograrlo con los dos diputados y tres senadores de 2015 y 2016, que entonces resultaron decepcionantes frente al récord de cuatro escaños en el Congreso de 2011, pero así son las cosas.

Los populares ya le han vaciado la cartera a Ciudadanos, pero Vox se resiste mucho más. Nadie quiere creer que el partido de Abascal se hará con un escaño en Cantabria y menos que pasará de 40 en toda España, pero en todos los sondeos suena una marcha triunfal. En Vox Cantabria ya han disipado casi todas las dudas que les asaltaban tras la decepción de abril.

Los partidos cántabros, los que tienen más cerca los escaños y los que se les da por desahuciados, como Ciudadanos y Unidas Podemos, hacen lo que pueden en estos pocos días de campaña, pero los factores decisivos serán de ámbito nacional: la convulsión en Cataluña ya desatada con la visita de los Reyes y hasta el 10-N o el rendimiento de sus líderes, por ejemplo en el debate televisivo en plan todos contra Pedro Sánchez. También Revilla tuvo su hueco en el debate en su condición de estrella mediática, beneficio sin riesgo desde la cómoda posición de comentarista.