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El final del curso en la política nacional ha proporcionado al PRC la oportunidad de revisar su alianza con Pedro Sánchez. La conclusión es que no ha habido ni adhesión inquebrantable ni tampoco hostilidad, básicamente un juego de equilibrios, un postureo según los detractores del ... regionalismo, que incluyó la contenida advertencia para que el Gobierno central acelere las infraestructuras y el pago de la deuda con Cantabria, el apoyo a los impuestos y medidas anunciados por Sánchez en el Debate sobre el Estado de la Nación y al decreto contra la crisis, el rechazo a la Memoria Democrática al gusto de EH Bildu y el aval a la contrarreforma del Poder Judicial a la medida del PSOE.
Con un solo diputado de los 350 que integran la Cámara baja, el PRC, adscrito al numeroso y variopinto Grupo Mixto, no dispone de mucho tiempo para explicarse. Así que en el Debate sobre el Estado de la Nación, José María Mazón utilizó su breve paso por el atril para dejar dos mensajes, una de cal y otra de arena. Por un lado, ponderó sin tirar cohetes las medidas contra la crisis anunciadas por Pedro Sánchez. Por el otro, advirtió al presidente de que exigirán el cumplimiento diligente de los compromisos del 'papeluco', en lo que concierne al tren rápido con Bilbao, el AVE, las cercanías o el dinero de Valdecilla, porque Revilla y el PRC valoran los avances, pero no están nada contentos con el ritmo. O sea, que, si no hay adelantos visibles, el voto regionalista se va a poner más caro en el Congreso. Mazón no lo precisó, pero se refería a cuando se discutan los Presupuestos del Estado. De momento, sólo buenas palabras del presidente Sánchez
El rechazo del PRC en el Congreso a la nueva Ley de Memoria Democrática viene a ser otro desaire al Gobierno Sánchez, después de la reprobación a la vicepresidenta y ministra Teresa Ribera en el Parlamento de Cantabria.
A los regionalistas les chirriaba que se les viera con las malas compañías de EH Bildu, que son los que han impuesto los términos de la norma. Una cosa es coincidir eventualmente con los abertzales en asuntos generales como los Presupuestos del Estado o un paquete de medidas contra la crisis, y otra cosa es apoyar una ley de tanto calado ideológico que ya llevaban pactada al Congreso el PSOE y Bildu, y que pone en solfa los valores de la Transición. En contra de la norma ha surgido el manifiesto suscrito por gran número de altos cargos y personalidades políticas de los últimos años, entre ellos muchos del PSOE, y en esa misma línea se han pronunciado los expresidentes González, Aznar y Rajoy
El PRC ha meditado este asunto largamente y Mazón ha evacuado consultas con el presidente Revilla y con el portavoz parlamentario Pedro Hernando. La duda es que si estás pidiendo al Gobierno obras y dinero, si luego no votas a su favor, a lo mejor te toman la matrícula. También han comparado el nuevo texto con la Ley de Memoria Histórica que aprobó en Cantabria a instancias del PSOE y un poco a regañadientes y enmendada por el PRC, pero las diferencias son evidentes. Ahora no han faltado las presiones desde el Gobierno Sánchez al PRC de Revilla, por si hacían falta todos los votos, pero finalmente Mazón les dijo que no. A pocos meses de las elecciones, los regionalistas no quieren la amistad peligrosa de Bildu ni tampoco aprueban el contenido de la ley que extiende el plazo histórico hasta 1983. En estos días se ha subrayado que durante los gobiernos democráticos desde 1975 hasta 1983, ETA asesinó a 387 personas y los criminales todavía son recibidos como héroes en sus pueblos por los bilduetarras.
Para compensar el agravio en el trámite legislativo de la Memoria Democrática, Mazón votó a favor de la contrarreforma judicial con la que el PSOE busca tomar el control del Tribunal Constitucional. El argumento de los regionalistas es que no es admisible el bloqueo del Poder Judicial por parte del PP.
De los intensos debates de este final del curso político en el Congreso de los Diputados, el PRC sale con la sensación de que su socio, Pedro Sánchez, como mínimo, sale más fuerte de lo que llegó al Debate sobre el Estado de la Nación, aunque ya se verá cómo evoluciona la política nacional en el otoño.
En el PP cántabro creen que Revilla y el PRC irán tomando cada vez más distancia con el declinante Pedro Sánchez en los meses que faltan hasta el desafío de las urnas. La diferencia que anticipa el PP es que en adelante ya no van a instar a Revilla a romper con el PSOE en Madrid y en Cantabria, sino que van a responsabilizar al presidente regional de haber estado estos tres últimos años entregado a Sánchez sin obtener a cambio ningún beneficio para los cántabros.
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