Suelo cultural

Preocupados por el alarmante descenso de la población del municipio, visto lo visto, parece que los espacios y suelos culturales tienen un mayor atractivo y movilizan más que los suelos industriales. ¿Habrá que ir por esa ruta? Aparte del fútbol, catapultador de millones tanto en el haber como en el debe, ¿por qué no buscar otros incentivos que eviten la temida caída del censo? Con lo de la bahía y otras cositas tenemos cierta sana envidia de la capital, es cierto, pero ni son imprescindibles las centelleantes luces de Caballero –alcalde de Vigo–, ni tampoco arquitectos de fama como Renzo Piano y Chipperfield. Los visitantes del Centro Botín hablan más de las piezas de cerámica que se caen y de su malla protectora que de las exposiciones temporales. Después de haber inutilizado el muelle Albareda –con un calado de 9 metros–, lástima que el edificio no sobrevolase más hacia la bahía. Con viento sur, el desprendimiento de las ya famosas escamas nacaradas sería un espectáculo fastuoso. ¿Otro secreto del arquitecto genovés?

Para Cantabria va a ser un lujo contemplar la colección de arte de la Fundación Banco Santander, pero ¿qué me dicen de la amenaza de una 'pecera' sobrevolando la calle Marcelino Sanz de Sautuola –El Martillo–? ¿Idea de Chipperfield? ¿Acaso no están ya comunicados los espacios del edificio? Cortar la perspectiva del arco, casi triunfal como el de l'Étoile… En fin, aquí no tenemos un arco tan hermoso, pero sí un Palacio Municipal que se nos está cayendo. No, que no nos pongan una red, ni lo protejan bajo un fanal como una reliquia. Prefiero que lo pinte Okuda con sus artísticos rombos multicolores. Tendríamos visitantes todo el año. Seguro.