Terapia de plasma

El plasma se obtiene a partir de donaciones de sangre de pacientes que han superado la enfermedad y han desarrollado anticuerpos contra el virus. Se busca la mayor carga posible de anticuerpos, por lo que es preferible que los donantes sean personas jóvenes y que hayan pasado la enfermedad hace poco tiempo. En el mayor ensayo efectuado en China se extrajeron las donaciones tan solo cuatro días después de superada la enfermedad, si bien hay que matizar que el plasma sanguíneo es tratado para neutralizar la posible presencia de virus.

Dos ensayos clínicos en China y otro en Corea del Sur demostraron que la administración de una sola dosis de plasma reducía los síntomas en pocos días, teniendo como resultado la total curación de los enfermos en un tiempo medio de una semana. En el estudio coreano nos encontramos con que los sujetos de la terapia no habían respondido antes a otros tratamientos, entre ellos antirretrovirales e hidroxicloroquina. Sin embargo, la transfusión de plasma mejoró su estado general en horas, y ambos superaron la enfermedad.

La única pega que se les puede poner a estos estudios es la pequeña muestra de pacientes, todos casos graves, sobre la que se han realizado. Es fácil deducir que en el ensayo coreano tan solo participaban dos pacientes. En los ensayos chinos recibieron tratamiento de plasma cinco y diez pacientes, respectivamente, aunque en el segundo ensayo había un grupo de control con pacientes que recibieron tratamiento estándar.

La muestra de pacientes en el ensayo español es de trescientos, lo que aporta un grado mayor de relevancia. No será la panacea, ya que el plasma no se puede fabricar, la disponibilidad es limitada, pero es una puerta abierta a la esperanza para los casos más graves.