Tiempos difíciles

Los tiempos que corren están resucitando épocas pasadas que creíamos superadas. Pero como la Naturaleza humana es la misma, los vicios y ansias de poder que otrora desencadenaron guerras espantosas, con millones de muertos y personas desplazadas de sus hogares familiares y posesiones, provocarán que ... suceda una y otra vez mientras no le pongamos coto al ejercicio del poder personal. La ambición anida en todos los hombres pero mientras esta ambición pueda ser controlada por el resto no hay peligros o, al menos, estos se reducen y se contienen ante la oposición de los semejantes. Mirando alrededor estamos contemplando el abuso de poder que están ejercitando diversos arbitrarios personajes 'líderes' en sus países. Los Putin, Sánchez, Maduro, Kin Jong-un, Xi Jinping o Díaz-Canel, por poner algún ejemplo, sentados en su trono de poder manejan, gobiernan y se apropian del mundo pese a quien pese por más que quieran vestirse de personajes democráticos, que no lo son en absoluto. Bastaría que el poder se ejerciera de manera colegiada para que ninguno de ellos pudiera lanzar las bombas de distinto matiz y potencia con que están amenazando la convivencia en el mundo. Hay principios en la vida que nadie debería tener poder para saltárselos. En España la necesidad de mantenerse en el poder obliga a Sánchez a pactar con partidos antidemocráticos que postulan la desobediencia civil o, como ya ocurrió, la militar. Eliminar las leyes que les molestan para auparse al poder es su objetivo 'democrático'. No tienen las suficientes luces para reparar en que es precisamente el sistema democrático imperante el que les permite insultar y asaltar las instituciones ya que les basta promulgar leyes que desborden las existentes, que obligan a todos para imponer las que a ellos les vienen bien, las que han motivado los indultos, las que han eliminado delitos que se han cometido juzgado y condenado y que promueven a los condenados a la situación de ciudadanos libres. Sánchez no es capaz de ver el alcance de sus decisiones, arrogándose los galones del poder. Hoy día los sediciosos secesionistas siguen avanzando en sus demandas. Ahora ya van contra la ley del referéndum que nunca puede ser ejercido por regiones o conjuntos de ciudadanos que no han sido colonizados, como estableció en su momento la ONU. La única postura que cabe ante los secesionistas es mantener y proclamar que nunca podrán alcanzar sus objetivos de independencia y esto debe ser llevado a la práctica con toda la aplastante fuerza de las leyes. Las concesiones no hacen sino avanzar en sus demandas a los defraudadores, léase las concedidas por el desafortunado Zapatero o por Sánchez.