Desde tierra firme

Si es que últimamente con tanto covid se me está yendo la imaginación, pero ya veo que hay gente que no la ha perdido: tienen la idea y la materializan. Lo importante era subirse ahí, a lo más alto del Palacio, no para decir que lo hemos hecho bien. Había que decir que hemos sido los mejores, «que hemos salvado más vidas que en el resto de España».

Imaginación y optimismo. Cómo no se me ha ocurrido a mí. Tampoco me hubiese costado nada decirles a ustedes que 2022 «va a ser el año de la recuperación de Cantabria, un año de ilusión y de esperanza, sabiendo que materializaremos proyectos importantes para el futuro de nuestra tierra». Ahí está, con un par. Y que se vea que no era hablar por hablar. Por ejemplo, la unidad de protonterapia de Valdecilla, «que volverá a hacernos pioneros en la medicina nacional e internacional». Bien, hablar del futuro, mejor que del presente de la sanidad pública. Mejor no tocar la sobrecarga en las Urgencias del hospital, que «se está yendo de madre» según los profesionales, ni del bloqueo de las agendas en los centros de salud. Feliz 2022 desde tierra firme.