Secciones
Servicios
Destacamos
Es sabido que la normativa europea y española están marcando hitos ambiciosos para combatir el cambio climático, destacando como objetivo clave, para reducir la emisión de gases efecto invernadero y la excesiva dependencia energética, fomentar el uso de energía procedente de fuentes renovables. No podemos ... obviar que España presenta una alta dependencia energética exterior por lo que es imprescindible establecer una hoja de ruta que garantice la reconversión energética en nuestro país. Además, la generación y suministro de energía eléctrica agrupa a un número reducido de empresas que prácticamente controlan el mercado, actuando casi como un oligopolio.
Bajo este prisma, se deben presentar opciones para dar respuesta a la situación actual, yendo más allá de las simples palabras, promoviendo de forma decidida el consumo de energías limpias a la ciudadanía pues ello incidirá positivamente en la calidad vida y en el bienestar de la sociedad. Partiendo de esto, debemos proponer alternativas reales, con ejemplos palmarios que ya llevan tiempo desarrollando en el resto de Europa. Así tenemos lo que viene en llamarse cooperativas de energías renovables, tradicionalmente utilizadas en el mapa europeo, pero emergentes en nuestro país, para que participen activamente en el sector eléctrico, ofreciendo una oportunidad de cambio a los consumidores de energía, con los valores propios de estas organizaciones en las que prima la cohesión social, promueve la participación democrática y transparente, fomenta el uso de energías limpias con un consumo responsable en aras a paliar un problema de índole social, económico y medioambiental.
Sabemos que el sistema energético, y así nos lo ha marcado Europa, debe ir hacia una transición en la que se incluye la descarbonización, la descentralización en la fase de generación de energía eléctrica, la participación más activa de los consumidores y también un uso más sostenible de los recursos que se están consumiendo. La regulación nacional ha provocado un auge y posterior caída en el fomento de las energías renovables puesto que durante el periodo de crisis económica se optó por salvaguardar la estabilidad económica y financiera del sector eléctrico a costa de disminuir los incentivos otorgados a las fuentes limpias. En la actualidad, se está apostando por el autoconsumo dando un mayor protagonismo a los consumidores finales; ahora la cuestión es determinar si los ciudadanos serán capaces de llevar a cabo proyectos generadores de energía limpias o precisan de incentivos económicos que les aporte financiación o deducciones fiscales que incentive la realización de tales proyectos, vía esta última que parece ser la que está desarrollando actualmente para el impulso de las cooperativas de energías renovables y que debido al proceso acelerado por sucesos que creo que no es necesario describir aquí (sería reiterar nuestra dependencia energética, que no es de ahora sino que lo sabemos desde hace años), parece que ahora sí se está apostando por este tipo de proyectos, ya que no queda más remedio.
Las cooperativas de energías renovables se definen como organizaciones que permiten a los ciudadanos, como cooperativistas, poseer y controlar colectivamente, proyectos de energías renovables a nivel local, produciendo, con frecuencia, beneficios sociales. En los principios de las cooperativas energéticas verdes es pieza clave el empoderamiento comunitario puesto que moviliza a los residentes locales en el uso de energías renovables en el marco de un desarrollo sostenible, local y buscando la cohesión social. A su vez, debemos explorar la idea del autoconsumo donde la participación ciudadana es un elemento clave para caminar hacia la transición energética. De hecho, el consumidor al autoproducir gran parte de la electricidad que necesita, se va a concienciar del coste eléctrico que ésta implica y, por consiguiente, adoptará una actitud proactiva en el empleo de medidas de ahorro y mejora de la eficiencia energética.
Por último señalar que frente al modelo de autoridad energética señalado al principio, la ciudadanía, las administraciones locales, los legisladores autonómicos, y recientemente las políticas públicas abogan por una verdadera transición energética donde el autoconsumo de energía limpia cobra relevancia. Además, en estos casos los ciudadanos se implican mucho más porque obtienen considerables ventajas y beneficios directos puesto que contribuyen a mejorar el medio ambiente y reducirán el coste de la facturación eléctrica, destacando que nuestro país tiene uno de los costes más altos de tarifa eléctrica que afecta directamente a la pobreza energética. Los consumidores, por tanto, se convertirán en elementos activos de la transición, tomando sus propias decisiones de inversión en tecnologías y formas de consumo más sostenibles. Este hecho puede alentar a los ciudadanos a incorporarse a una sociedad cooperativa de energía renovable o participar en el autoconsumo, de forma aislada, o a través de sociedades cooperativas. Por tanto, estas asociaciones están demostrando su capacidad para dar respuesta a una necesidad esencial por medio de la acción colectiva, por lo que en este escenario, el movimiento ciudadano, respaldado por la normativa, parece cooperar con energía para conseguir la tan ansiada independencia energética.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.