Toros en Selaya

Es posible, y hasta muy probable, que el Ayuntamiento de Selaya no tenga una copia de la edición del miércoles 19 de agosto de 1925 del periódico santanderino 'La Atalaya'. Mis preguntados no producen efectos positivos. Visto lo visto, me propongo remediar la falta ... mandándoles una copia digital del ejemplar para que la reproduzcan, enmarquen y luzcan en las paredes de la Casa Consistorial y de la Biblioteca Pública Municipal, si a bien lo tienen. En verdad, merece la pena. Porque en ella se cuenta al detalle la novillada celebrada con motivo de la festividad de San Roque, patrón de dicha villa pasiega. A cuyo efecto hubo que improvisar una plaza portátil, armarla a martillazos, elegir toreros y adquirir novillos de una acreditada ganadería. Todo en un plan muy solanesco. La plaza estuvo de bote en bote, hasta las banderas. Tres mil personas dentro y mil vociferando fuera por no poder asistir a tan magno espectáculo. El Ayuntamiento, en pleno. Los chicos, galantes. Las chicas, lindísimas. Y grandes personalidades luciendo puro en las gradas. El ilustre novelista Ricardo León rehusó asistir por impedírselo otros menesteres. Tarde de sol africano. Los toros, regordíos y probones. Y los diestros, desganados. Al periodista Zenón los dioses le inspiraron una crónica que relata con gracia el suceso, incorporando un enjundioso vuelapluma «A una rondalla de mozos, les oí la siguiente canción: