La tragedia de Sanders

El partido Laborista perdió por goleada en sus recientes elecciones. El partido Demócrata perdería por goleada en las del próximo noviembre si Sanders deviene su candidato. Pero no tanto porque cada vez se antoja más difícil negarle a Trump la reelección; esto, por sí solo, llevaría a un resultado muy ajustado con posible 'victoria' en votos de los Demócratas. La goleada sería el agravio adicional como consecuencia de que Sanders sea el candidato. En este punto se sitúa su tragedia. Los argumentos de Sanders son poderosos, y los defiende con claridad y energía; pero le sitúan nítidamente a la izquierda del electorado en general y de los potenciales electores Demócratas en particular. Dos o tres ejemplos servirán para entendernos.

El seguro médico. Es sabido que el costo de la medicina por habitante, en USA, triplica el costo promedio de los países de la OCDE; el costo de según qué medicamentos puede llegar a ser hasta 10 veces mayor. Ahora bien, cuando Sanders habla de un seguro médico obligatorio, administrado por el estado, Trump dice que eso es socialismo... y una mayoría de los americanos están de acuerdo con él. En la cultura americana todo lo que huela a servicios nacionalizados es sospechoso, les dicen que la iniciativa privada es más eficiente y lo creen a pies juntillas, aunque los números demuestren lo contrario. Sabedor de esto Obama hizo una ley (ObamaCare) en la que se subsidia descaradamente a las aseguradoras privadas, industria farmacéutica y hospitales, con el fin de que una parte significativa de la población, que no estaba asegurada, tenga acceso a unos servicios mínimos. Pues bien, la gente siente que la medicina sigue siendo privada porque ellos pueden elegir a su médico, y al hospital que les merezca más confianza, y han abrazado la ley.

El Cambio climático. Sanders es consciente de dos cosas: el calentamiento global va a ser el problema más serio que tendrán que confrontar las nuevas generaciones; las medidas remediales deben aplicarse desde ya. Esta iniciativa no se va a producir de forma espontánea, tiene que ser planificada y administrada por el Estado y, por tanto, el presupuesto estatal deberá reflejar costos que ascienden a miles de millones. Pero, ¡ay!, con la Iglesia hemos topado. El Evangelio según Trump dice, que no es que Sanders sea socialista sino que con estas medidas demuestra ser comunista... Y la gente, incluidos muchos Demócratas, le creen.

La desigualdad económica. El patrimonio de las tres familias más ricas de Estados Unidos equivale al de la mitad de la población restante; pero no sólo los empresarios de la salud, también las constructoras y las petroleras reciben miles de millones en subsidios y exención de impuestos, a costa de los contribuyentes. Ocurre que la socialización de las pérdidas no se considera socialismo; al parecer, sólo es socialismo la redistribución de los beneficios generados con el trabajo de todos, y por tanto condenable.

Propuestas como las que anteceden no serían motejadas de socialismo o comunismo fuera de Estados Unidos. Son propuestas socialdemócratas con las que no es difícil estar de acuerdo. Uno puede estar en desacuerdo con Sanders, yo mismo no le votaría por que considero que la politización de la cuestión social es un error que lleva a la degradación del sistema democrático. Pero es que el populismo de Trump nos está llevando a la autocracia a la vista de todos. Trump va a ser reelegido porque todas las barbaridades que ha cometido han sido normalizadas en el inconsciente colectivo. Ya no parecen desaforadas sino peculiaridades de un personaje que tiene sus manías, más o menos como todos, ¡es normal! En resumen, la tragedia de Sanders es que tener razón no es suficiente para ser escuchado con respeto y consideración, para que tus razones sean debatidas y tenidas en cuenta o, bien, que te muestren su desacuerdo con el mismo rigor de tus análisis. «Tienes razón, pero vas preso, como me enseñaron en Venezuela. Hay que tener mucho más qué razón, hay que tener amigos en determinadas instancias, hay que no pisar determinados charcos, hay que ser desaprensivo cínico descarado sinvergüenza... Hay que ser Trump. Sanders, con todo mi desacuerdo, me parece lo opuesto a Trump. Es un hombre de convicciones y dispuesto a llevarlas hasta el final aunque se le vaya la vida en ello. Un hombre profundamente moral. ¡Qué anticuado!