Secciones
Servicios
Destacamos
En el debate político, desde el fundamentalismo populista o la ignorancia, se ha cuestionado una realidad tan compleja como la Transición española. Quienes vivimos aquellos años, asistimos a la transformación de un régimen autoritario, represor de las libertades y los derechos humanos, a un ... sistema democrático; dejamos atrás un régimen centralista para construir un Estado descentralizado y este país asimiló, con dificultades y tensiones, una modernización política, social, económica y cultural.
Con los cambios de la Transición, también se normalizaron las relaciones de España con la comunidad internacional. Recordemos que como consecuencia de las ejecuciones a cinco miembros de ETA y del FRAP en septiembre de 1975, la mayoría de los países occidentales llamaron a consulta a sus embajadores, se suspendieron las negociaciones para adecuar el acuerdo comercial suscrito por España a la ampliación de la Comunidad Europea, hubo manifestaciones ante embajadas y consulados españoles y en la ONU el presidente de México pidió a la asamblea la suspensión de España como Estado miembro. Un Franco tembloroso y lacrimógeno se asomó al balcón del Palacio de Oriente en el mismo lugar de 1946, cuando la ONU condenó al régimen franquista y recomendó la retirada de los embajadores acreditados en Madrid.
El aislamiento internacional de la dictadura se manifestó en el otoño de 1975 con la crisis con Marruecos por la cuestión del Sáhara (Marcha Verde), que dio lugar a los vergonzosos acuerdos de Madrid que han condicionado nuestras relaciones bilaterales con Argelia y Marruecos.
El primer gobierno de la monarquía constituido en 1975, presidido por Arias Navarro, fue un gobierno inseguro e incapaz de abordar las reformas necesarias para desmantelar el entramado institucional de la dictadura y avanzar hacia una democracia homologable con los países de nuestro entorno. En esas condiciones era imposible la adhesión de España a la Comunidad Europea.
En julio de 1976, el Rey destituyó a Arias Navarro y Adolfo Suárez fue nombrado Presidente, que impulsó las transición de una dictadura a un sistema democrático. La transición se dio por concluida en diciembre de 1982 con la alternancia en el gobierno después de la victoria electoral del PSOE y superados efectos del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
La normalización de la política exterior, iniciada con los gobiernos de Suárez y Calvo Sotelo, se fue consolidando con los gobiernos de Felipe González, con el establecimiento de relaciones diplomáticas con la Unión Soviética, México, Israel y Albania; la monarquía española fue reconocida por las democracias occidentales; España se incorporó al Consejo de Europa, a las Comunidades Europeas y a la Alianza Atlántica; se trató de cerrar el conflicto con Argelia por el intento de africanizar Canarias; se intensificaron los contactos con Washington y se replantearon las relaciones con América Latina incrementando la cooperación al desarrollo y fomentando la presencia empresarial y política. España diseñó una Comunidad Iberoamericana de Naciones que funcionaba con un sistema de Cumbres y contribuyó a la democratización y pacificación en Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Para la adhesión de España a las Comunidades Europeas fue necesario normalizar las relaciones con Francia que no apoyaba inicialmente esa adhesión y por las tensiones derivadas de su actitud con ETA y se reforzó la alianza con la Alemania federal.
La incorporación de España a la OTAN hizo necesario definir su posición en el sistema de seguridad occidental, lo que se plasmó en el documento que el presidente Felipe González presentó en el Congreso de los Diputados en octubre de 1984, donde se precisaba la vinculación con la Alianza Atlántica; ajustaba la relación bilateral con Estados Unidos con un nuevo Convenio de Defensa; expresaba la participación en la UEO y definía la presencia de España en el Tratado de No Proliferación Nuclear. Se trataba de avanzar en una política de seguridad y apostar por una verdadera política multilateral con una mayor implicación y presencia en la ONU.
España superó con eficacia la presidencia de turno de la Comunidad Europea en el primer semestre de 1989 y la presidencia de la ya Unión Europea en el segundo semestre de 1995. España formó parte del núcleo duro comprometido con el proceso de construcción europea y en el Tratado de Maastricht introdujo el concepto de ciudadanía europea y la política de cohesión económica y social, vinculada a la construcción de la unión política, económica y monetaria. El prestigio de la política exterior española se refrendó en 1991, con la organización en Madrid de la Conferencia de Paz para Oriente Medio. La Transición había hecho posible que España dejara de ser un sujeto aislado en la esfera internacional para ser un protagonista activo y en ocasiones relevante en los escenarios de la política exterior. En otro momento comentaré el documento 'Estrategia de Acción Exterior 2021- 2024', enviado por la Ministra de Asuntos Exteriores al Congreso de los Diputados el pasado mes de enero.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.