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Hace años que encontrar aparcamiento en el Pctcan es misión imposible, pero en los últimos tiempos, en los que casi se han duplicado los vehículos, se diría que las autoridades lo han dado por imposible, y se han entregado a la política del dejar hacer, ... que no es otra cosa que la ley de la jungla.
Se podría aducir que no están claras las competencias o que influyen los problemas de cohabitación política -un proyecto del gobierno regional, pero en territorio del ayuntamiento santanderino-, pero la sospecha es que, en realidad, se trata de un problema que no le interesa demasiado a nadie.
Excepto, eso sí, a los centenares de trabajadores, estudiantes y visitantes que a diario acuden allí y sufren las consecuencias de una incomprensible falta de previsión y, sobre todo, la preocupante incapacidad de los responsables para reaccionar ante una problemática tan evidente como recurrente. Como se comenta en todos los corrillos desde hace años: no se buscarán soluciones hasta que ocurra una desgracia. Y está cantado que, con coches en triple fila, encima de las aceras y hasta cerrando carriles, por ahí no va a poder pasar una ambulancia.
Aunque antes de que pase nada, no estaría de más aprovechar que Adif anda rediseñando sus trazados. ¿Por qué no una conexión por tren hasta el Pctcan? Las vías de la Feve pasan relativamente cerca, y para muchos usuarios sería un alivio poder prescindir del coche para ir a trabajar. Lo más parecido a un 'metro' de las grandes ciudades, y con bastantes más perspectivas de éxito que el metro-Tus y el carril bici. Si queremos un parque realmente tecnológico, apostemos por iniciativas imaginativas. Lo que sea, pero ya va siendo hora de dejar de mirar para otro lado.
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