El tren regionalista

El tren rápido a Bilbao se ha convertido en el emblema de la demanda histórica a Madrid que domina la estrategia electoral del PRC, en las generales de abril, en las autonómicas de mayo y ahora, y también su discurso en el Gobierno regional. Por lo demás, se trata de una buena iniciativa que Cantabria debió haber activado hace muchos años con el Estado, con el País Vasco y hasta con los modestos recursos propios.

El tren regionalista avanza bien encaminado hacia el 10-N, pero no libre de riesgos porque sobran los aspirantes al escaño de Mazón: desde el PP y el PSOE que aspiran a ganar en Cantabria hasta Ciudadanos que pelea desesperado, y muy directamente contra el PRC, por mantener la plaza ganada en tres elecciones consecutivas. En la cúpula del partido de Revilla creen que la movilización militante, algo relajada tras el éxito en las autonómicas y municipales, ha ido a más conforme se acerca la votación.

La ambición de lograr dos escaños en el Congreso no ceja, pero sólo consolidar el de Mazón, en medio de un debate nacional tan intenso por el conflicto catalán, ya sería un buen resultado. El PRC exporta a otros territorios su escuela reivindicativa, una variante atenuada de la que explotan los nacionalismos. A 'Teruel Existe' le otorgan los sondeos casi un 20% de las papeletas en estos comicios. Si esta tendencia progresa sería un toque de atención para los partidos nacionales, tan acostumbrados a exigir la disciplina de voto a sus representantes en las Cortes sin tener en cuenta el compromiso con los electores que les han otorgado las actas parlamentarias en sus respectivas comunidades.